Avanzan las obras de rehabilitación del santuario de Sant Joan, a los pies del macizo del Penyagolosa, aunque a un ritmo menor del deseado, con la previsión de que estén terminados a finales del 2023.
«Sería un gran logro social que en el 2024 ofrezca todo su esplendor para que la ciudadanía pueda disfrutar en su totalidad de este conjunto patrimonial declarado bien de interés cultural y monumento histórico-artístico», apunta a este periódico la consellera de Educación, Cultura y Deporte, Raquel Tamarit.
De hecho, el departamento autonómico invertirá el próximo año, conjuntamente con la Diputación de Castellón, 2,6 millones de euros para continuar con estos trabajos, aunque el obispado de Segorbe-Castellón, propietario del santuario, licita y ejecuta las obras en las diferentes fases del proyecto. Así se estableció en el convenio marco suscrito en junio del 2021 entre los tres organismos, que estableció el presupuesto global de la remodelación del complejo, que asciende a 4,5 millones de euros, que serán aportados al 50% por la Diputación y la Generalitat.
Ritmo más lento de los trabajos
Desde la propia diócesis de Segorbe-Castellón indican que el ritmo de las obras es algo menor al previsto por varios motivos derivados de la climatología, como son los diferentes episodios de lluvias, así como el calor extremo de este verano, que imposibilitó --al existir riesgo de incendios de alarma tipo 3-- trabajar en el exterior durante 19 días. Todo ello ha hecho que las tareas no puedan avanzar más de lo deseado.
Por otro lado, la reforma también ha aquejado dificultades en el suministro de determinados materiales, como ha sido habitual en las obras en los últimos meses. «Pese a todo ello, se está trabajando a fin de concluir con la ejecución de la rehabilitación de la cubierta, antes de que la dureza del invierno dificulte más las operaciones de intervención en el complejo», según las mismas fuentes.
El santuario permanece cerrado parcialmente desde el 2018, a causa del deterioro que sufre el conjunto de edificios que lo forman. Este conjunto patrimonial, que data del siglo XVI, se encuentra en el parque natural del Penyagolosa y es un referente para el excursionismo de toda la provincia. Situado a 9 kilómetros de Vistabella, se configura como el elemento arquitectónico más emblemático de la zona. Está ubicado junto al edificio del refugio que se convertirá en el primer refugio escuela de montaña de la Comunitat y cuyas obras empezarán en enero.
Peregrinaciones
El conjunto de edificaciones es uno de los focos de atracción religiosa más importantes de la provincia de Castellón, acogiendo año tras año, pese a las obras, las peregrinaciones de la mayoría de pueblos de alrededor (les Useres, Culla, Xodos o Vistabella), algunas de las cuales se remontan a la Edad Media.
Las actuaciones permitirán habilitar un albergue de visitantes que tendrá 11 habitaciones de hospedería, con una capacidad de 46 plazas, además de un servicio de cafetería-restaurante, que tendrá un aforo de 70 comensales.
