El Ayuntamiento de Burriana ha zanjado la polémica de la calle Valencia eliminando las líneas que señalaban el aparcamiento. La controversia se remonta a hace algunos meses en que, tras unas obras de remodelación, la acera y el pavimento se quedaron al mismo nivel y, por demanda de los vecinos, decidieron conservar los espacios para aparcar.
Finalmente, tras este tiempo de prueba el consistorio ha dado marcha atrás alegando que los vehículos no han respetado las franjas habilitadas e invadían constantemente el paso de los peatones.
De momento, los coches continúan aparcando como puede apreciarse en las imágenes, pero a lo largo de las próximas semanas, se instalarán las señales de prohibido aparcar.
Tal y como informó Mediterráneo, la cuestión levantó polvareda entre los vecinos ya que las características del vial tras la reforma implementada con una inversión de casi 135.000 euros daba a entender que no estaría permitido el estacionamiento. Esto es debido a que no hay separación entre el paso de coches y viandantes para mejorar la accesibilidad.
No obstante, las reducidas dimensiones del vial han dificultado y mucho la cohabitación de conductores y transeúntes que veían muy peligroso e inseguro caminar por el área marcada.
El concejal de Vía Pública, Vicent Aparisi, esgrimió que la decisión tomada responde a "hemos intentado mantener la alternativa de aparcar en esta calle, pero dado que buena parte de los conductores no han respetado las franjas y han invadido más espacio de lo que les toca, tenemos que optar por dar preferencia al peatón".
El edil añadió que en lo que compete a las opiniones en contra o a favor de los vecinos de la zona "estamos en un 50%". Según aludió "estoy seguro de que los residentes han respetado en todo momento la norma y que preferían que hubiera aparcamiento, pero tenemos que escuchar a las dos partes".
Alternativa de los sitios eliminados
Dónde aparcar es siempre una problemática muy presente en el municipio y, por eso, la eliminación de espacios es siempre tan controvertida. Sin embargo, Aparisi informó de que "lo hemos tenido en cuenta y por eso hemos buscado una alternativa que alivie esta contrariedad para los vecinos".
En toda la calle València caben unos 15 vehículos en total y por eso desde el departamento técnico del Ayuntamiento cambiarán de aparcamiento en línea a batería una zona del final del propio vial y otra en la avenida de Nules, ubicada a unos 100 metros para crear unos 13 espacios en total.
Finalmente, el concejal de Vía Pública puntualizó que "tenemos que avanzar hacia el respeto de las zonas limitadas a la circulación a 20 km/h para garantizar la seguridad y potenciar la movilidad a pie".
