La renovación del IES Botànic Cavanilles, el más antiguo de la Vall d'Uixó, ya no pasa, necesariamente, por la demolición integral del edificio principal. El diseño del centro, que pretendía ser innovador, planteaba como condición indispensable levantar un centro de nueva planta, con una estructura exterior e interior muy distinta a la actual. Pero esa posibilidad generó cierta controversia en el municipio, porque un grupo de vecinos insistió en defender la conservación por su valor histórico, porque todos coinciden en que no cuenta con un interés artístico o patrimonial.
La voluntad del Ayuntamiento, hoy por hoy, y en esa línea se está trabajando, es preparar la memoria del proyecto de reconstrucción del centro para que la Conselleria de Educación lo incluya en el plan Edificant. De hecho, el consistorio ya ha recibido el programa de necesidades que la Generalitat elabora y remite a los municipios para que realizan los trámites previos a la admisión del proyecto. Ese programa incluiría una serie de exigencias que «en el espacio que tenemos, no caben», asegura la concejala del área, Carmen García. Esa era la razón por la que se primaba la demolición y reconstrucción frente a la rehabilitación.
El equipo de gobierno se encuentra en la tesitura de tener que conciliar las exigencias del Consell en materia de infraestructuras educativas y la sensibilidad ciudadana respecto a la conservación de la fachada tal cual se construyó en su día. García espera lograr ese equilibrio al replantear la idea inicial y estudiar su viabilidad.
Porque todo puede depender de los criterios urbanísticos de la ciudad. El PGOU de la Vall establece que la avenida Jaume I, donde se encuentra el instituto, permite construir edificios de planta baja y cinco alturas. Si la Conselleria de Educación acepta esa opción, la alternativa que quiere plantear el Ayuntamiento es la de rehabilitar el inmueble principal y ajustar a esa parcela las necesidades «de un instituto del siglo XXI». En cuanto al edificio anexo «que es más reciente», la propuesta es demolerlo y construir planta baja y tres alturas, cuatro como máximo.
Programa de necesidades
Al final, el programa de necesidades trasladado en mayo a la Vall por Educación para empezar a valorar la inclusión en Edificant establece que el Botànic Cavanilles debe desarrollarse como un centro con 16 unidades de secundaria, 6 de bachillerato y 4 ramas de ciclos formativos. García señala que «podemos prescindir de hacer un aparcamiento o un jardín, eso puede negociarse porque el actual centro no lo tiene, pero hay otras instalaciones indispensables y sobre las que no hay discusión».
La concejala de Educación, que ya avanzó en Mediterráneo que el Botànic es el único centro pendiente de reforma que todavía no se ha incluido en Edificant, aunque está en trámites, asegura que «llevamos muchos meses trabajando en este proyecto» en diferentes reuniones tanto con la Conselleria como con la comunidad educativa del instituto —Ampa y cuerpo docente—, con el propósito de que la memoria final recoja todas las exigencias normativas y educativas, pero también las docentes y ciudadanas.