Rifirrafe entre gobierno y oposición para aprobar el presupuesto del 2023 de Burriana

El Ayuntamiento de Burriana ha aprobado este jueves el presupuesto para el 2023 por mayoría, pese a que la oposición ha mostrado su desacuerdo, con varios rifirrafes, por unas cuentas que ascienden a más de 35 millones de euros, de los que cuatro se destinan a inversiones.

El debate ha tenido durante el pleno extraordinario convocado por la mañana a tal efecto, en el que la bancada opositora destacó que la hoja de ruta no contribuye a vertebrar la ciudad, mientras que el ejecutivo local defendió que son unos presupuestos «realistas, inversores y sociales». 

En el orden del día venían reflejados otros asuntos, como la prórroga del contrato de jardinería o el visto bueno a la relación de puestos de trabajo, pero la discusión sobre las cuentas municipales del próximo ejercicio se llevó buena parte del tiempo de sesión.

PSPV-PSOE

La concejala de Hacienda, Cristina Rius, fue la encargada de informar a los grupos acerca de las partidas, configuradas teniendo como telón de fondo «las diferentes crisis encadenadas estos últimos años, y pese a eso, hemos decidido congelar los impuestos para aliviar a las familias». 

Compromís

Por su parte, Vicent Granel, de Compromís, declaró que «este es un presupuesto representativo de los valores que defendemos como el tejido económico, los servicios sociales y la mejora de servicios».

Como ya informó Mediterráneo, algunas de las cifras que se manejan para el próximo año son un millón de euros para el área de acción social, 1.800.000 euros para fomento del empleo y 82.000 para dinamización comercial. A ello, se suman la ejecución de proyectos, como la ampliación del cementerio, con 250 nichos nuevos; la urbanización del Barranquet; o diversos avances en materia de ciudad inteligente. 

PP

El portavoz del Partido Popular, Juan Fuster, arrancó su intervención señalando las carencias que, a juicio de su grupo, tienen las presentes cuentas. Añadió que «falta ilusión, no tienen proyecto, ni ahora ni desde el minuto uno, y así es imposible solucionar los problemas de esta ciudad». Asimismo, recriminó al ejecutivo la «falta de criterio» en la ausencia de grandes planes, como la peatonalización del Pla o el parque del Arenal, junto con la desaparición de los presupuestos participativos, «comenzaron en el 2016 y les duraron dos años». 

Vox

Desde Vox, Juan Canós argumentó que «este presupuesto es un copia y pega, van subiendo el IBI a los ciudadanos, pero no mejoran los contratos de servicios». Y relató una serie de actuaciones que están pendientes, como el colector de la avenida Tarancón o las expropiaciones para finalizar la avenida Cañada Blanch.

Bajo el punto de vista de Canós, reprochó que «no tienen una continuidad en sus ideas y es muy triste ver que estas cuentas no van a solucionar la vida de los vecinos».