OBITUARIO

Fallece José Jaime Canós, un hombre dedicado a los demás

En junio del 2017 el Ayuntamiento le dedicó una calle por una vida de compromiso con su localidad y sus vecinos

José Jaime Canós el día en que Nules le dedicó una calle.

José Jaime Canós el día en que Nules le dedicó una calle. / MEDITERRÁNEO

El de Fin de Año no fue un día feliz en Nules. Al menos no lo fue para todas las personas que conocían a José Jaime Canós, una persona excepcional, por encima de cualquier otro mérito que pueda definirlo, que tenía múltiples. El 31 de diciembre de 2022 trascendía la noticia de su fallecimiento a través de un comunicado de su familia y en muchas casas de la localidad el significado de una jornada tan señalada cambió, porque son muchas las personas a las que les marcó la vida, de un modo u otro. Tanto es así, que en junio del 2017, el Ayuntamiento le dedicó una calle en un acto al que asistió abrumado y muy agradecido.

Las palabras con las que los suyos informaron de su deceso lo definen con mucha exactitud, como no podía ser de otra manera. «La coincidencia de ser sábado, día tradicionalmente dedicado a la Virgen y ya comenzadas las vísperas de la solemnidad de la Maternidad divina de María, ha dejado especialmente consolados a su esposa Grisel, a sus hijos y nueras, y a sus nietos. Esa caricia de la Virgen se suma a muchos detalles y sucesos de su vida y enfermedad que facilitan un recuerdo agradecido y sereno». Porque este cirujano de profesión, era profundamente religioso, un sentimiento que materializaba convirtiendo sus conocimientos y capacidades en un medio al servicio del bienestar del prójimo.

Entereza frente a la adversidad

Acostumbrado a enfrentarse a la enfermedad, hablaba abiertamente del revés que el cáncer supuso en la recta final de su vida —aunque profesionalmente prefería otros términos para referirse a él, como «tumor no benigno»— y exhibió una entereza en ese tránsito que fue ejemplo y esperanza. Porque no solo fue un hombre piadoso y generoso, también valiente y comprometido que deja una huella imborrable y un recuerdo imperturbable entre quienes tuvimos la suerte de conocerle.

José Jaime Canós junto a su familia el día en el que le dedicaron una calle en Nules.

José Jaime Canós junto a su familia el día en el que le dedicaron una calle en Nules. / MEDITERRÁNEO

En el 2017, con motivo del homenaje que iba a dispensarle su localidad, en el proyecto municipal Nulespèdia le realizaron una entrevista en la que se pudo ver a Canós en estado puro, el ejercicio de memoria más fiel y, por tanto, más justo, para alguien con su trayectoria vital y sus vínculos emocionales con tanta gente.

Él mismo se definía como «un agricultor que ha ejercido la medicina». Sobre su enfermedad —el primer diagnóstico se lo comunicaron en el 2015—, llegó a afirmar que era «un maravilloso regalo del cielo», porque su fe le acompañó siempre. Tanto es así que señalaba con profunda convicción que las tres decisiones más importantes de su vida «fueron voluntad directa De Dios»: ser médico, convertirse en supernumerario del Opus Dei y casarse con su mujer, Griselda Conesa Bauset.

«No quiero ser ejemplo de nada»

Los últimos años han sido de sufrimiento. Un dolor físico que tampoco tuvo complejos de reconocer porque «el dolor forma parte de la vida». Y pese a todo, afirmaba que no quería ser ejemplo de nada y que su dedicación, su compromiso, su entrega y generosidad eran el fruto de su compromiso por «intentar hacer lo que debía», aunque le habría gustado poder hacer más.

José Jaime Canós durante la entrevista que ofreció a Nulespèdia en el 2017.

José Jaime Canós durante la entrevista que ofreció a Nulespèdia en el 2017. / MEDITERRÁNEO

Creyentes o no creyentes, cualquiera que se acercó a José Jaime Canós tuvo la oportunidad de conocer a una persona buena, dispuesta y agradecida. Su capilla ardiente permanecerá abierta este domingo a partir de las 10.00 horas en el Tanatorio Municipal de Nules hasta las 20.30 horas. El funeral se oficiará el lunes 2 a las 11.00 horas en la iglesia Arciprestal de Sant Bartomeu i Sant Jaume. Sus restos reposarán en el cementerio municipal de «su amada localidad», como remarca su familia.