Sant Antoni en Castellón

Nules honra al patrón de los animales con un variado pasacalle muy participativo

Las tradiciones de esta jornada se repiten con las ‘coquetes’ y el paseo de ‘bescuits’

El paso de los caballos por la estrecha calle frente a la ermita es uno de los momentos más esperados.

El paso de los caballos por la estrecha calle frente a la ermita es uno de los momentos más esperados. / MÒNICA MIRA

Tras la sencillez está el éxito de gran parte de las celebraciones tradicionales más multitudinarias del calendario festivo de Nules. Y entre las que exhiben mayor naturalidad se encuentra la conmemoración del día de Sant Antoni y la bendición de los animales.

El retraso anunciado de este año en el horario de programación respecto de lo que era habitual hasta ahora no afectó a la participación. Cientos de personas y animales se congregaron poco después del mediodía en el entorno del Convento, punto de partida de un pasacalle que completó el recorrido de costumbre convertido en una exhibición de la gran variedad de mascotas que habitan en las viviendas de la localidad.

La mayoría de los animales bendecidos fueron perros.

La mayoría de los animales bendecidos fueron perros. / MÒNICA MIRA

La hora de inicio no fue la única novedad incorporada. Por regla general, el desfile estaba encabezado por el guión de San Antonio, tras el que se reunían propietarios y animales domésticos, para cerrar el pasacalle los participantes más espectaculares y llamativos, los caballos y los carros.

En esta ocasión, la elegancia de los equinos encabezó la comitiva tras el guión, con una destacada participación de monturas, tanto de Nules como de otros municipios, atraídos por una tradición popular muy arraigada, que tiene su punto culminante en la calle donde se encuentra la ermita del patrón, que pone a prueba la pericia y templanza de los jinetes, porque es muy estrecha y se llena de numeroso público, que se suman a estímulos en ocasiones tan incompatibles con la tranquilidad de los animales, como son la música o los sonidos fuertes, como el de la campana del ermitorio.

Clavariesas

No faltó ninguno de los elementos que definen a esta festividad, como el reparto entre los participantes de las típicas coquetes de anís, que degustaron personas y animales tras recibir la bendición del sacerdote a las puertas del emblemático ermitorio. Como es habitual, la mayoría de los bendecidos fueron perros.

Una de las tradiciones aún vigentes en la fiesta de Sant Antoni es el paseíllo de los ‘bescuits’ por la calle Sant Antoni.

Una de las tradiciones aún vigentes en la fiesta de Sant Antoni es el paseíllo de los ‘bescuits’ por la calle Sant Antoni. / MÒNICA MIRA

Una vez todos los animales hubieron pasado frente a su patrón, se cumplió con otro rito que no pierde vigencia pese al paso del tiempo, al paseo de los bescuits. Las clavariesas realizaron tres recorridos por la calle San Antonio acompañadas por la Banda de Música de Nules, para completar el ritual entregando el bizcocho a la vecina que en el 2024 se encargará de protagonizar ese mismo momento y mantener la ermita.