Burriana está más cerca de acabar con una imagen recurrente cada vez que llega un episodio de fuertes precipitaciones. El Ayuntamiento ha recibido el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para el vertido de pluviales en el río Anna, o lo que es lo mismo, el primer paso para construir un gran colector en la avenida Tarancón que ponga fin a las inundaciones en la calle Escorredor, pero también en otros puntos sensibles del casco urbano y de la zona marítima.
El concejal de Vía Pública, Vicent Aparisi, mostró su satisfacción de haber recibido la autorización por parte de la entidad, ya que «es un proyecto muy importante y llevábamos mucho tiempo esperando una respuesta desde que enviamos la solicitud en octubre de 2021». Así, este paso supone la primera piedra a un plan de gran envergadura que, según informaron los servicios técnicos a Mediterráneo, está valorado en algo más de 2,7 millones de euros, que podrían sufragarse con ayudas estatales o planificando a futuro con recursos propios.
De hecho, la alta inversión es el principal hándicap para llevar a cabo esta infraestructura, pero de momento, queda por delante toda la tramitación administrativa como es la redacción del proyecto y la posterior licitación de las obras. No obstante, Aparisi explicó que «sabemos que será costoso, pero contribuirá notablemente a minimizar las inundaciones».
De este modo, desde el ejecutivo calculan que serán necesarios «algo más de dos años» para que el procedimiento siga su curso y tener todo listo para empezar a hacer realidad el colector, aunque sea con una pequeña parte.
Características
Así, se trata de una sistema urbano de drenaje sostenible (SUDS) que estará localizado en las zonas de la avenida Jaume I, avenida Jaime Chicharro y cardenal Tarancón. Los SUDS filtrarán el agua al subsuelo y transportarán el exceso de caudal que no pueda ser filtrado hasta un depósito que se ubicará en la parcela municipal de los huertos de ocio, utilizándose dicha agua de lluvia para el riego de los propios huertos de ocio y zonas verdes. Previo a la llegada del colector principal al río Anna, se dispondrá de una estación de desbaste para evitar la aportación de desechos sólidos al cauce. Se completará con la instalación de un equipo de detección, medición y registro de alivios.
El objetivo es encauzar las abundantes precipitaciones que actualmente se estancan en la plaza de la Generalitat o que incluso llegan hasta el barrio de los Pescadores, puntos sensibles donde las casas y comercios siempre registran daños por agua.
