El Ayuntamiento amenaza con sanciones

Lío con El Pilón de Burriana: El propietario se salta el plazo y sigue sin desmontar el antiguo cámping

La justicia obligó al anterior adjudicatario a asumir las labores valoradas en 55.000 €

El periodo estipulado en la sentencia para desmontar El Pilón acabó esta misma semana.

El periodo estipulado en la sentencia para desmontar El Pilón acabó esta misma semana. / Isabel Calpe

La pugna por la concesión del antiguo cámping de Burriana sigue sin resolverse y, pese a que la justicia obligó al anterior adjudicatario a desmontar el local, el plazo ha expirado y las instalaciones continúan en pie. Frente a esta situación, que impide a los vencedores del concurso iniciar la actividad, el consistorio plantea comenzar a imponer sanciones disuasorias antes de ejecutar el derribo de forma subsidiaria. 

Al parecer, esta misma semana finalizaba la prórroga para desarmar el local, conocido actualmente como El Pilón. Un periodo impuesto por una sentencia del juzgado de lo contencioso-administrativo en la que, tal y como informó Mediterráneo, se le comunicaba la extinción de la autorización demanial, al no haber resultado el vencedor del concurso público impulsado por el Ayuntamiento de los puestos de la playa.  

El conflicto comenzó el mes de mayo del año pasado, momento en que el anterior responsable se negó a abandonar las instalaciones e inició el proceso legal que aún no está resuelto del todo. El concejal de Urbanismo y Actividades, Bruno Arnandis, explica que «al estar judicializado es más complicado de lo que parece por lo que no creo que pueda estar solucionado antes de este verano». 

Pasos a seguir

El citado auto incluyó la advertencia de que, en caso de incumplimiento, se debería proceder a la incoación de expediente de ejecución subsidiaria por parte del consistorio. Al respecto, el edil afirma que «antes de asumir nosotros el derribo vamos a optar por imponer sanciones coercitivas, ya que es un procedimiento en nuestra mano que en cuestiones como la limpieza de solares o la demolición de construcciones ha funcionado muy bien». 

Por otro lado, Arnandis también propone sacar una nueva concesión en algún espacio del mismo antiguo cámping, como alternativa en similares condiciones, para que los actuales responsables puedan comenzar a trabajar, pero esta posibilidad todavía no está encima de la mesa.

Con todo, los empresarios que obtuvieron el contrato del establecimiento elaboran un nuevo proyecto, ya que el anterior contaba con alguna de las infraestructuras fijas que, presumiblemente, tendrán que retirarse, mientras esperan la solución final.

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