Costas aporta arena en el tramo de la playa de Almenara sin espigones

Costas se pone manos a la obra y este lunes empezó con los aportes de arena y grava en los más de mil metros del litoral sur de Almenara que sufren una regresión al no haber espigones en esa zona. 

Aunque según los datos obtenidos por los técnicos del Ministerio para la Transición Ecológica, las corrientes marinas se encargarían de proporcionar materiales suficientes para reforzar las defensas en este tramo de playa desprotegido, los dos últimos temporales marítimos, sobre todo el último (mucho más intenso), ha dejado al desnudo lo vaticinado por Costas.

La alcaldesa, Estíbaliz Pérez, está muy pendiente de los trabajos, ya que el problema de esta parte del litoral también protagonizó el último pleno, donde todos los grupos políticos aprobaron una declaración institucional para que el Gobierno activara lo antes posible las acciones necesarias. «Pensamos que hay que hacer actuaciones porque se está viendo que en ese tramo que no hay defensas el temporal ha dejado el sello de su intensidad», argumenta.

«Vamos a ver cómo se comporta el mar en próximos temporales y, al mismo tiempo, comprobaremos si la intervención que están haciendo ahora con aportación de material es la correcta o desde Costas planifican algún tipo de actuación añadida», explica.

Las tareas ya estaban programadas

Estos trabajos ya estaban contemplados en el proyecto y Costas tenía la intención de llevarlos a cabo por estas fechas, pero la premura por los destrozos causados por el último temporal ha adelantado el inicio de las tareas en la playa.

Desde este lunes, la maquinaria y los vehículos pesados se encargan del transporte y el esparcimiento del material, con el objetivo de reponer los daños, incluida la sustitución del tramo de paseo marítimo de madera. Dejarán un espacio considerable de arena y piedras, empujando el mar hacia dentro.

Tras esta intervención, Costas hará comprobaciones sobre el terreno para ver si el trabajo realizado ha sido efectivo o deben tomar medidas más contundentes. Se trata de una larga zona sin espigones, en la que los daños podrían ser importantes al haber viviendas. 

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