Una baja por enfermedad y dos renuncias provocan esta situación

1.700 alumnos y docentes del instituto de Nules se quedan sin conserjes

Una plaza vacante por enfermedad tiene ya un sustituto, que se incorporará «en días»

El 23 de febrero el centro cerró la conserjería, con los problemas que esa situación genera en el día a día.

El 23 de febrero el centro cerró la conserjería, con los problemas que esa situación genera en el día a día. / Mònica Mira

La conserjería del IES Gilabert de Centelles de Nules está cerrada desde la semana pasada porque el centro se ha quedado sin el personal que asume estas funciones: 0 de 3 conserjes para un instituto con cerca de 1.700 alumnos y profesores. Así lo informó a las familias la dirección del instituto, que no puede hacer más que adaptarse a las circunstancias provocadas por la baja de uno de los empleados y la renuncia de los otros dos. 

Esta situación es el desenlace de semanas de inestabilidad, con muy poco personal para atender los requerimientos de un centro educativo de esta envergadura, y que tuvo sus primeras consecuencias visibles en el cierre de la puerta de la calle San Vicente, de uso para alumnos de la ESO. Poco después el problema se agravó.

Desde el 23 de febrero ya no hay conserjería. Solo se puede acceder al centro por la puerta principal. Los estudiantes de Bachillerato y Ciclos Formativos deben salir 10 minutos antes para evitar aglomeraciones. La cosa se complica si algún menor de edad necesita ausentarse en horario lectivo por la causa que sea, porque queda poco margen a la improvisación.

Las puertas solo se pueden abrir cuando algún profesor entre o salga. Hay que indicar por escrito el día y la hora de la salida para poder programarla. Si algún alumno se siente mal en horario de clase, lo de que alguien vaya a recogerlo no resultará sencillo.

Un sustituto, "en breve"

La Conselleria de Educación confirma que, precisamente este lunes, se adjudicó la sustitución del trabajador que está de baja, por lo que su incorporación es «inminente». Caso distinto es el de las dos renuncias. Su reposición depende de Función Pública y el procedimiento es farragoso. Debe pasar un plazo por si algún funcionario quiere ocupar la plaza y, si no hay nadie, convocarla de nuevo. Si una decisión política no lo impide, la burocracia dilatará este problema. 

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Las circunstancias particulares y la burocracia están empeñadas en complicar la vida cotidiana en el IES de Nules. Después de que el centro tuviera que esperar más de un año para recuperar la cantina, que se cerró para renovar la adjudicación, lo que se prolongó más meses de lo deseado, ahora se quedan sin conserjes y vuelven a enfrentarse a la urgencia con el sosiego con el que la administración toma las decisiones.

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