Abren pesquisas para esclarecer las causas
Investigan la aparición de decenas de peces muertos en la Gola de Nules
La primera hipótesis del Seprona es "falta puntual de oxígeno", a falta de los análisis
Algo está pasando en el canal principal que desemboca en la Gola de Nules. Decenas y decenas de peces muertos han aparecido en el fondo de sus aguas, despertando la inquietud de los vecinos, que temen que haya podido producirse algún tipo de vertido contaminante que haya provocado una mortandad tan significativa. Todas las especies que habitualmente pueden encontrarse en el agua dulce de este entorno natural se han visto afectadas carpas, lisas, lubina y, lo que resulta incluso más significativo y preocupante, anguilas, una especie que está protegida por considerarse vulnerable y cuya pesca está terminante prohibida en esta zona.
Testigos de los hechos alertaron de inmediato a las autoridades porque, como ha declarado uno de ellos a Mediterráneo, «esto no se ha visto antes», salvo cuando hubo un vertido hace algún tiempo, recuerdan, y entonces la imagen no fue tan «escandalosa». La alerta se activó cuando vieron por la mañana una gran cantidad de animales muertos en el entorno de las compuertas de la Gola, «que acabaron la mayoría en el mar, era una barbaridad», afirma uno de los vecinos que lo presenció. Horas después, los cuerpos sin vida de los peces y algunos agonizantes todavía poblaban el canal.
Sospechas
Fuentes consultadas explican que el Seprona acudió al lugar, avisados tras la denuncia de testigos ante la Policía Local. Al parecer, tomaron muestras del agua y se llevaron los restos de alguno de los peces. «Nos han dicho que se han asfixiado por la temperatura del agua, pero eso es imposible», señala un residente.
Una persona que vive en la playa desde hace muchos años señala que «en pleno verano, con temperaturas altísimas, nunca han muerto los peces, los ves agrupados y boqueando, pero nunca muertos», remarca. La sospecha de que algo anormal ha sucedido en esas aguas se fundamenta, según ha explicado uno de los testigos, en el comportamiento de los animales. «He visto moverse a las lisas como si convulsionaran y después morirse», lamenta. «Eso muy, pero que muy raro».
El concejal de Medio Ambiente, César Estañol, confirmó ayer que el Seprona «ha hecho un primer diagnóstico, una falta puntual de oxígeno». A la espera de conocer el resultado de los análisis de las muestras de agua que han tomado, expone que «sinceramente, no nos convence». Recuerda que el canal tiene agua en movimiento de forma constante que desemboca en la Gola y la explicación más lógica para «este desastre medioambiental» es que se haya producido un vertido que, por otra parte, «no sería la primera vez y habría que investigarlo».
¿Falta de oxígeno, un vertido o ambas circunstancias?
Que los peces mueran masivamente puede deberse a múltiples factores. Demasiadas veces se deben a la acción humana. El Ayuntamiento teme un vertido -ya ha pasado antes- y biólogos consultados no descartan la opción de la muerte por anoxia (falta de oxígeno). Aseguran que si hay una alta presencia de nitratos, acaba sucediendo. El mejor ejemplo es el del Mar Menor. Es época de pulverizar los cítricos y una dosis excesiva podría tener estas consecuencias.
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