BROTES VERDES TRAS LA TRAGEDIA MEDIOAMBIENTAL

Un pueblo de Castellón descubre decenas de trincheras y refugios ocultos tras sufrir un grave incendio

El patrimonio bélico se escondía entre los pinos que fueron calcinados por las llamas el pasado verano

El mes de agosto del año pasado supuso un antes y un después para Torás. Esta pequeña localidad del Alto Palancia de unos 250 habitantes vio cómo el grave incendio originado en Bejís calcinaba el 90% de la masa forestal de su término municipal. Una «tragedia», como recuerda el alcalde de la primera población, Carlos del Río, que inesperadamente destapó patrimonio bélico desconocido y oculto durante décadas.

El Ayuntamiento de Torás era sabedor de que, al estar ubicado el pueblo en un valle entre montañas, tropas franquistas y republicanas se asentaron en sus laderas durante la guerra civil, lo que provocó en su momento la creación de trincheras y refugios. Muchos de esos recintos estaban datados y eran conocidos por los vecinos sobre el territorio, pero el incendio del pasado verano, como quemó todos los pinos de su bosque, ha permitido descubrir un aluvión de estructuras de este tipo.

El Ayuntamiento creará un centro de interpretación y habilitará rutas para apostar por este tipo de turismo y dar a conocer las edificaciones

«Han aparecido decenas de construcciones bélicas. De algunas de ellas teníamos constancia y no se podía acceder al estar rodeadas de árboles, pero al quedar ahora la zona desierta de vegetación, han aflorado muchísimas más de las que pensábamos. Estaban completamente escondidas y tapadas a la vista por los pinos», hace hincapié el alcalde del PP.

Nidos de ametralladora, refugios, trincheras, búnkeres o comedores de tropa son solo algunas de las construcciones bélicas que ha redescubierto Torás de forma casual y que ahora quiere poner en valor. «Había unos tres kilómetros de frente para cada bando, por lo que las edificaciones bélicas son casi incontables», expone.

"Alternativa de futuro"

Más allá del valor histórico que supone este hallazgo, Del Río se queda sobre todo con el estímulo que puede suponer para la economía del pueblo. Torás vivía en cierta manera de la gente que llegaba a la localidad atraída por sus rutas senderistas y sus paisajes de montaña, pero «al irse al traste todo eso» a raíz del incendio, el alcalde cree que ahora se han encontrado con «una alternativo de futuro».

Para ello, van a intentar aprovechar todo el potencial de las edificaciones descubiertas. La intención es poner en marcha una ruta de las construcciones bélicas para dar a conocer todo este patrimonio y, a medio plazo, el Ayuntamiento pretende crear un centro de interpretación con el fin de apostar y venderse a los visitantes como zona de turismo bélico.