RECIBIRÁ EL PREMIO EL 24 DE JUNIO

La remendadora Juani Albiol Anglés, Alè Vinarossenc 2023

Reconocen a una de las mujeres de Vinaròs que ha sido de las últimas reparadoras de redes de pesca

Juani Albiol Anglés (d).

Juani Albiol Anglés (d).

La remendadora Juani Albiol Anglés (Vinaròs, 1942) recibirá la distinción Alè Vinarossenc, que otorga la Fundació Caixa Vinaròs anualmente. El reconocimiento será entregado el 24 de junio en el marco de la Fira i Festes de Sant Joan i Sant Pere.

Con esta distinción, el jurado del premio distingue a una de las mujeres de la localidad que ha sido de las últimas reparadoras de redes de pesca, un oficio imprescindible hace décadas y ya prácticamente desaparecido. “Con el premio a Juani se hace extensivo  el reconocimiento a todas aquellas mujeres que dedicaron una parte de su vida a este duro oficio”, señaló la presidenta de la Fundació Caixa Vinaròs, Josefa Gondomar.

La Fundació Caixa Vinaròs ya inauguró el pasado mes de enero una exposición dedicada a las mujeres remendadoras. “Comentando con Juani las fotos de la exposición, hizo mención a una zona de nuestro puerto que yo desconocía, y era el cementerio, una zona del puerto llamada así cuando los marineros extendían las piezas allí, las mujeres remendadoras sufrían las peores inclemencias meterorológicas y eso condicionaba mucho su trabajo”, explicó Gondomar.

"Las mujeres no podían salir a faenar"

Juani Albiol, presente este jueves en el anuncio de la elección, señaló que proviene de familia pescadora, siendo la sexta de siete hermanos. “En aquella época, aunque me hubiera gustado salir a faenar, estaba prohibido para las mujeres. Pero de pequeña me inculcaron que había que reparar las redes, que entonces eran de algodón y más tarde ya fueron de nailon y se estropeaban menos”, explicó.  

Empezó a remendar con su madre cuando dejó la escuela, a los 14 años. “Ser remendadora fue mi vida y pasé una juventud plena, porque conocía a toda la gente del mar”, señaló.

Se casó a los 22 años y tuvo dos hijos, continuando con el oficio hasta los 45 años, edad en que lo dejó para atender los problemas de salud de dos de sus hermanos y su madre.

Juani destacó que el trabajo de remendar “era muy duro, porque pasábamos las jornadas de hasta 12 horas en la intemperie , pendientes del tiempo y con mucho frío en invierno y un calor infernal en verano. Incluso lloviendo, las redes se tenían que reparar para embarcarlas en la pesca del día siguiente”, concluyó.