La Vall tendrá un parque temático junto a les Coves de Sant Josep

La Vall d’Uixó tendrá un parque temático en el paraje de Sant Josep. Al menos esa es la intención del equipo de gobierno municipal, que incluso en el presupuesto de la empresa pública Emsevall para el 2024 ha reservado una partida de 500.000 euros para sufragar el coste de las primeras acciones para hacer posible su objetivo, que es convertir la piscina de verano en un nuevo atractivo turístico, complementario a les Coves.

Aunque la cantidad presupuestada es importante, el proyecto no verá la luz a corto plazo. De hecho, según precisa la alcaldesa, Tania Baños, «ese dinero irá destinado a contratar el diseño del proyecto y tener una reserva para poder iniciar el derribo de las instalaciones que hay», detalla. Y no se refiere solo a las de la piscina.

Desde hace años, en realidad décadas, los diferentes gobiernos municipales siempre han reconocido que las pistas deportivas construidas a continuación de la piscina, abandonadas salvo por el uso que les da el club deportivo de tiro con arco, tienen mucho potencial, al encontrarse en el entorno más valioso para la ciudad desde el punto de vista turístico. Hasta la fecha, nunca antes habían planificado una intervención que les diera una segunda vida.

Participación ciudadana

Baños remarca que, a día de hoy, «no hay un proyecto definido», ese será el encargo que realizarán cuando se contrate el diseño. Lo que está muy clara es la filosofía de la intervención, derivada de la consulta ciudadana que el Ayuntamiento realizó poco después de recuperar la gestión de la piscina de Sant Josep, en febrero del año pasado.

Los vecinos dijeron mayoritariamente que no querían el mismo modelo de espacio lúdico que estuvo en funcionamiento hasta julio del 2019. La intención ahora es crear un complejo de ocio «más en la línea de Segobriga Park, que tenga toboganes y elementos de juego», aunque todas esas cuestiones están por precisar.

Y es en ese punto en el que se enmarcará la recuperación de las pistas deportivas. «Queremos que ese espacio esté diseñado para poder acceder, de manera que sea una zona complementaria de la piscina», concreta Baños.

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En cuanto a los plazos, todo está en sus fases más iniciales. «La idea es tener el proyecto a lo largo de este año e iniciar una primera fase de derribo y adecuación de los terrenos», para en el 2025 «presupuestar lo que quede para poder ejecutarlo». Dice que «será el proyecto el que concretará el coste total de la construcción», aunque ya prevén que será elevado y podría rondar los dos millones de euros, aunque es una estimación.

La alcaldesa asegura que «no se trata de reparar la piscina, porque eso supondría poner un parche más a una instalación que presenta deficiencias graves», expone. Lo que el equipo de gobierno se compromete a hacer es «algo nuevo, cambiando por completo el concepto», que es lo que les pidieron «las más de 1.000 personas que participaron en la consulta».

Eso supondrá que no será cuestión de un año ni dos que la Vall vuelva a tener una piscina estival. Para Baños, es el mal menor. «No queremos hacer las cosas como se hicieron antes, que bien que hemos pagado las consecuencias», comenta en referencia a la sentencia que reconoció que el gobierno de la época, del PP, adjudicó un contrato para unas instalaciones deficientes. «El dinero público es sagrado y debemos gestionarlo con responsabilidad», dice. 

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