INVERSIÓN DE 80.000 €
El Consell actuará para evitar más desprendimientos en la carretera de la Vall a Alfondeguilla
Un derrumbe de rocas obligó a cortar la CV-230 a finales de diciembre

Foto del desprendimiento de rocas que obligó a cortar la carretera a finales de diciembre. / Mediterráneo
La Generalitat invertirá 80.000 euros para estabilizar los taludes en el tramo la Vall d’Uixó-Alfondeguilla de la CV-230. Así lo anunció este viernes la directora general de Infraestructuras y Proyectos Urbanos, María José Martínez Ruzafa, tras visitar la zona afectada por el desprendimiento de piedras del pasado día 28 de diciembre, debido a la gran diferencia entre las temperaturas máximas y mínimas que se registraron esos días.
La alto cargo autonómica adelanta que las obras empezarán «a finales de febrero o principios de marzo». El objetivo de la intervención es estabilizar los taludes de la carretera en este tramo para «prevenir los derrumbes y así aumentar los coeficientes de seguridad, que se dan en esta tipología de carreteras de montaña», añade.

Las obras para estabilizar el talud empezarán dentro de alrededor de un mes. / Mediterráneo
La directora general de Infraestructuras ensalza la rápida actuación de los servicios de conservación ante situaciones de emergencia de la Conselleria, que «limpiaron la zona y, por motivos de seguridad, cortaron al tráfico el carril más cercano al talud hasta el día 2 de enero, regulándose el tráfico alternativo mediante semáforos».
La duración de las obras será de dos meses y, para evitar problemas de seguridad vial, cortarán el carril más cercano al talud, «debidamente señalizado, durante el horario de trabajo de los equipos».
De titularidad autonómica
La carretera CV-230 pertenece a la Red Local de Carreteras de la Comunitat Valenciana, es de titularidad autonómica, comienza en Soneja y finaliza en Xilxes, pasando por las poblaciones de Azuébar, Alfondeguilla y la Vall d’Uixó.
Se trata de una carretera convencional, con un carril por sentido de circulación, de 3,30 metros de ancho y arcenes de algo menos de 1 metro, que cruza la Serra d'Espadà, por lo que gran parte del trazado discurre rodeado de montañas y taludes que periódicamente sufren, debido a los fenómenos meteorológicos, algún tipo de inestabilidad.

Operarios retiran las rocas tras el desprendimiento, a finales de diciembre. / Mediterráneo
Proyecto de estabilización
Este tipo de carreteras de montaña presentan un potencial peligro de caída de rocas a la calzada, por lo que la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, establece contratos de conservación para mejorar la seguridad vial, priorizar e intensificar la vigilancia, así como parar la ejecución de actuaciones preventivas en los taludes de la red de carreteras de la Generalitat.
En concreto, el proyecto que se va a llevar a cabo en el tramo la CV-230, supondrá el saneamiento manual de la superficie del talud haciendo caer los posibles bloques que presenten una inestabilidad incipiente. También se instalará una malla metálica de triple torsión en portería, con anclajes en cabecera de talud a una distancia de entre 1,5 y 3 metros del borde mediante bulones abastonados de acero corrugado.
Además, en las zonas de peligro de caída de bloques más grandes se instalará una red de cable fijada con bulones. Y por último, también se colocará una barrera en embudo de dos metros de altura sobre la que se colgará una malla de triple torsión.
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