SI NO HAY RECURSO, LOS EMPLEADOS RECIBIRÁN LA COMUNICACIÓN EN BREVE

Luz verde judicial para despedir a los trabajadores de Cítrics de Nules

La administración concursal ya prepara las cartas de despido y certificados del Fogasa

A lo largo de esta semana confirmarán si ha habido recurso, que lo paralizaría todo

Imagen de archivo de la última asamblea de socios de Cítrics de Nules celebrada en el almacén de la cooperativa.

Imagen de archivo de la última asamblea de socios de Cítrics de Nules celebrada en el almacén de la cooperativa. / MÒNICA MIRA

Nules

La resolución judicial que estaban esperando los trabajadores de la cooperativa Cítrics de Nules ya se ha formalizado. El juzgado de lo Mercantil de Castellón, tras recibir el informe favorable de la Autoridad Laboral, ha dictado el auto de extinción de la empresa, por lo tanto, el administrador concursal puede, legalmente, enviar la carta de despido a la plantilla.

Hace unos 15 días, el comité de empresa hizo público su malestar porque medio año después de solicitarse el ERE, los algo más de 1.000 empleados --entre almacén y collidors-- seguían vinculados a la cooperativa, con todo los inconvenientes que eso supone en cuanto a la solicitud de prestaciones o prejubilaciones. Ya entonces, se explicó que el procedimiento debe cumplir unos pasos que en este caso se estaban tramitando de una manera «inusualmente rápida», aunque quienes se han visto sin ingresos desde el mes de agosto no lo entiende así.

Por el momento, como ha podido saber Mediterráneo, no existe constancia de que se haya presentado recurso al auto judicial --lo que paralizaría el proceso hasta que se resolviera--, aunque ese extremo se confirmará a lo largo de esta semana. En cualquiera caso, la administración concursal, que se ha hecho cargo de la gestión de la cooperativa y de su cierre desde que se iniciara la liquidación, ya está preparando las cartas de despido y los certificados para el Fogasa, para que empiece a planificarse el pago de los casi 5 millones de euros en indemnizaciones.

La tensa espera que se inició el verano pasado --cuando se presentó el ERE-- encara su recta final, al menos para los trabajadores, porque para los socios el camino puede ser algo más largo. 

Lo mejor, la compra

La mejor opción para todos, como ya detalló este periódico, sería que alguno de los inversores que está interesado en la compra de la unidad productiva formalizara esa intención. Solo el valor de la maquinaria asciende a 6 millones de euros, aunque como matizan fuentes expertas, lo habitual será que esa cantidad se negociara a la baja. Fuera el que fuera el importe, los primeros en cobrar serían los empleados y si ese acuerdo no fragua, al menos a corto plazo, será el Fogasa el que pagará, y se pondrán a la cola de los acreedores para recuperar los importes adelantados. 

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