Salen los primeros hongos

¿Habrá temporada de setas en Castellón? Las expectativas tras las últimas lluvias

La forma torrencial de la mayoría de las precipitaciones no permite que el suelo, muy seco, conserve la humedad

En dos semanas, Atzeneta organiza su feria con serias dudas de poder mostrar setas

Los primeros buscadores ya se dejan ver en el interior, principalmente en puntos de la provincia de Teruel.

Los primeros buscadores ya se dejan ver en el interior, principalmente en puntos de la provincia de Teruel. / Mediterráneo

Castellón

Encontrar setas en el interior provincial, si no empiezan a normalizarse las precipitaciones en las próximas semanas, se va a convertir en un hecho anecdótico. En todas las comarcas, de norte a sur, el terreno carece de la condición esencial para la proliferación de cualquier tipo de hongo, la humedad. Las últimas lluvias no han mejora mucho esa circunstancia.

Entre finales de agosto y principios de septiembre ha llovido durante días, pero con unas características muy concretas: precipitaciones torrenciales, muy localizadas y en poco tiempo, que caen sobre un suelo muy seco incapaz de absorber y retener esa agua. Ante ese escenario, los buscadores de setas vaticinan que la temporada puede ser «nefasta».

Las expectativas no son nada halagüeñas. Así lo considera Raúl Monfort (Vilafranca), que apunta a que «las últimas tormentas de verano y las lluvias de septiembre hacen pensar que algo saldrá, pero será poco y tardío», lo que contrasta con las vecinas localidades turolenses de la Iglesuela, Cantavieja o Mosqueruela, donde las lluvias han sido más generosas y empiezan a eclosionar los hongos.

Si las temperaturas siguen estables, en unas dos semanas proliferarán numerosas setas.

Si no llueve en las próximas dos semanas, la campaña apunta a ser "nefasta" / J. Ortí

Las previsiones no son mejores en la Tinença de Benifassà. José María Bel insiste en que «está todo demasiado seco, de las fuentes y manantiales naturales hace tiempo que no sale nada». La única posibilidad de mejora debería llegar de la mano de «precipitaciones persistentes para que puedan salir los robellones». Desde Sorita, Pere Milian incide en la misma tesis, «las últimas lluvias fueron buenas, pero el viento de estos días lo ha vuelto a secar todo. Necesitamos lluvias y temperaturas óptimas. No será un buen año».

Feria de Atzeneta

Entre los días 28 y 29 de septiembre, Atzeneta organizará la 22ª Feria de la Caza y la Naturaleza, en la que, tradicionalmente, las setas ocupan un lugar protagonista. 

Mari Agut, del restaurante Ramón del municipio, está en la organización y apunta a que «todo va a depender de que estas dos semanas que quedan llueva algo». Pendientes de las predicciones meteorológicas, asumen que las actuales condiciones «de aire y sequedad» tendrán como consecuencia inevitable que «seguramente habrá muy poca cosa». Señala que «lo normal, en una temporada medio bien, es encontrar y poder ofrecer más de 150 especies de setas». Pero en los últimos 20 años, han vivido ya algunos en los que no se superaron las 60. Si este año fuera así, se darían por satisfechos.

A la pregunta de qué especies se ven más afectadas por las actuales condiciones, no tiene dudas, «todas, porque dependen mucho de la humedad y la temperatura». La ecuación es sencilla: si no llueve y el suelo no retiene la humedad, no hay setas. Y en la feria de Atzeneta lo tiene muy claro. «Hay quien se va a otras zonas, a Teruel o a los Pirineos para tener algo, pero nosotros, desde el principio, tuvimos claro que preferíamos no presentar nada, a ofrecer un producto que no sea de aquí, de la zona del parque natural del Penyagolosa», porque esa es la filosofía del evento que organizan, «hay gallinas y perros de cría de este terreno, y con las setas, igual».

Sin excepciones

Más al sur, la realidad no es mejor. En el Alto Palancia, quienes pisan el terreno remarcan que «pese a las últimas lluvias, el sustrato todavía no acumula la suficiente humedad» para permitir «que los hongos desarrollen su cuerpo fructífero, lo que conocemos como la seta». Como en Els Ports, el Alto Mijares o l’Alcalatén, «haría falta más lluvia y más continuada para que el nivel de humedad sea el óptimo para su aparición».

El monte, a diez días de la entrada del otoño, sigue acusando los efectos de la crisis hídrica que se arrastra desde hace dos años. La recolección de las setas no solo es una afición, también es una actividad económica directamente relacionada con la oferta turística y gastronómica de comarcas como Els Ports, donde desde hace varios años se organizan unas jornadas en las que las setas y las carnes de caza atraen a numerosos visitantes, con el consiguiente movimiento económico.

Mucho tiene que cambiar la meteorología para que los pronósticos, nada alentadores, experimenten un giro a mejor y el monte se llene de suculentos boletus.

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