El terapéutico regreso a las aulas de 35 alumnos valencianos en Castellón

Están distribuidos en diferentes municipios, tanto en centros de Infantil y Primaria como en institutos

Educación ha emitido un permiso especial

El terapéutico regreso a las aulas de 35 alumnos valencianos en Castellón

El terapéutico regreso a las aulas de 35 alumnos valencianos en Castellón

La Conselleria de Educación anunció esta semana que su intención es tratar de facilitar la reactivación de las clases en los colegios e institutos de los municipios asolados por la DANA del 29 de octubre a la mayor brevedad posible, pero en algunos casos, esa pretensión puede complicarse por falta de unas infraestructuras adecuadas, que puedan acoger a la totalidad del alumnado afectado. Hasta ese momento, empiezan a producirse desplazamientos, como los que han estado llegando a Castellón.

La Conselleria ha confirmado 35 traslados provisionales de niños y niñas distribuidos en varios municipios del Alto Palancia (11) y Els Ports (3), en Almenara (5), Artana (2), Benicarló (1), Borriol (3), BurrianaCastellóVila-realVinaròs (1) y la Vall d’Uixó (3).

Salir de allí como terapia

Entre esos menores para los que sus familias han tratado de recuperar la normalidad, si algo puede considerarse normal en estas circunstancias, están dos hermanas de Aldaia, Elena y Claudia, de 9 y 12 años respectivamente, que «hasta que la situación lo requiera», estarán con sus tíos en la Vall d’Uixó.

Elena lleva varios días acudiendo a la clase de cuarto de Primaria del CEIP Cervantes, junto a su primo, y como explica su tío, Javier Alarcón, lo está viviendo con la emoción de las cosas excepcionales. Detalla que su cuñada, hermana de su mujer, quería sacar de aquel entorno tan hostil a sus hijas y tener familia alejada de la zona 0 ha sido la plataforma de salvación ideal, porque las niñas están casi como en casa, mientras sus padres siguen haciendo cuanto pueden por garantizarles el mejor regreso.

Detalla que cuando plantearon la opción y hablaron con el colegio, todo fueron facilidades. No se trata de un traslado de expediente, porque Elena acudirá a clases en la Vall de manera provisional; solo hizo falta un documento específico en el que se autorizaba que la niña estuviera en el aula de cuarto como una alumna más.

Explica Alarcón que vivir en aquellos municipios supone «estar rodeado constantemente de ruidos y de movimiento de maquinaria pesada, además del fuerte olor y las condiciones de insalubridad que les rodean». No es el mejor escenario para los menores, realmente para nadie, pero cuando alguien tiene la posibilidad de evitarlo y de recuperar ciertas rutinas, se les está haciendo un bien. Acaba siendo terapéutico. 

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