La adjudicataria deberá construir un nuevo depósito de 1.500 m³

Betxí invertirá 20 millones en 25 años para garantizar el abastecimiento de agua potable

El Ayuntamiento ultima el proceso de adjudicación de este contrato a largo plazo, que, salvo mayor contratiempo, se llevará Facsa, que es la única empresa que ha pujado para gestionar este servicio

Foto de archivo de unas obras de renovación de un tramo de la red de suministro de agua potable en Betxí. | MEDITERRÁNEO

Foto de archivo de unas obras de renovación de un tramo de la red de suministro de agua potable en Betxí. | MEDITERRÁNEO

Betxí

Un cuarto de siglo abarca mucho. A nivel político, seis legislaturas; en deporte, seis olimpiadas o seis mundiales; y en la trayectoria de una persona, casi una tercera parte de su vida. Durante todo ese amplio periodo de tiempo, Betxí tendrá garantizado el abastecimiento de agua potable a través del cuantioso contrato que ha licitado el Ayuntamiento, con el que invertirá alrededor de 20 millones de euros durante los próximos 25 años, sin posibilidad de prórroga.

Salvo contratiempo de última hora, Facsa se llevará la adjudicación. La empresa del Grupo Gimeno es la única compañía que se ha presentado al concurso, por lo que todo apunta a que seguirá como concesionaria y continuará prestando el servicio en la localidad.

Obras obligatorias

Además de gestionar el abastecimiento hídrico en todo el término municipal de Betxí, el contrato exige también a la empresa adjudicataria que acometa de forma obligada, a lo largo de los tres primeros años de la concesión, una serie de obras para mejorar el servicio. La primera será la construcción de un nuevo depósito.

Tal como indican los técnicos del Ayuntamiento en los pliegos del proyecto, el abastecimiento de agua potable al municipio dispone de un depósito de cabecera de 500 metros cúbicos (m³) de capacidad. El caudal máximo diario inyectado a red es de aproximadamente 1.500 m³, lo que implica que el sistema «no cuenta con una capacidad de almacenamiento suficiente que permita asegurar la continuidad del servicio en caso de que se produzca alguna incidencia que implique dejar fuera de servicio las fuentes de suministro o las instalaciones de potabilización».

Por ese motivo, para tener una reserva suficiente para garantizar el suministro ante posibles contingencias, el consistorio ve necesaria la construcción de una nueva infraestructura de cabecera de 1.500 m³. La intención es ubicarlo en la parcela anexa al depósito general.

Otra tarea que el Ayuntamiento requerirá a la compañía es la renovación de la conducción de salida del mencionado tanque general, ya que la canalización está «en mal estado». Todo el volumen de agua consumido por la población se abastece desde el depósito de cabecera a través de una única conducción que comunica la estructura con la red de distribución y el problema está en que esa «tubería de fibrocemento de 350 mm de diámetro es de bastante antigüedad y, si sufriera una avería, se comprometería el abastecimiento a toda la población, ya que no se dispone de ninguna alternativa para garantizar el suministro».

Las otras dos obras obligatorias son la instalación de dos puntos de medición de calidad del agua para determinar en tiempo real la turbidez, el pH y la concentración de cloro; y actualizar y mejorar la planta de tratamiento por osmosis inversa, que data de 1997 y ha sobrepasado su vida útil estimada, por lo que la adaptarán a los nuevos avances tecnológicos para prolongar su funcionamiento.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents