Un pueblo de Castellón recupera el toque manual de campanas 28 años después

Al mediodía de este domingo, los vecinos de un municipio de la Plana Baixa asistieron a un momento que no se repetía desde el 22 de julio de 1997, cuando por última vez se realizó un toque manual de las campanas de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena.

Los encargados de recuperar esa tradición fueron varios integrantes del Gremi de Campaners de la Comunitat Valenciana. Concretamente, David, Balma y Joan, de Alfondeguilla; José Enrique, de la Vall d’Uixó, y José Vicente Manzana, de Eslida.

Desde el punto más alto del casco urbano de Moncofa, el campanario, ofrecieron una mostra de tocs, entre ellos el cor de la campana gran, el repic rogativa típico de Artana; Baixà Crist Clemència, de Suera; o el Avís de festa, de Almenara, entre otros, durante los 30 minutos en los que estuvieron interpretando estos mensajes musicales con Magdalena, Àngel y Purísima, tres de las cuatro campanas, porque Antonio tiene un problema que desaconseja hacerla voltear.

José Vicente Manzana, en nombre propio y de sus compañeros, señaló que «Moncofa nos ha acogido de una manera extraordinaria», al tiempo que recordó que «algunos de los que tuvimos el placer de realizar la mostra de tocs ya estuvimos en 1997 en los últimos, hace ya casi 28 años».

Explicó que «antes de la actuación, revisamos todos los mecanismos y desconectamos los motores para dejar las campanas libres para tocarlas manualmente».

Temor de los vecinos

Los campaneros son conscientes de que la caída del badajo de la mayor, la primera vez en 1972 y la segunda en el 2024, «ha provocado que los vecinos tengan miedo de estar en el perímetro del campanario, por eso es necesario que alguna persona se interese por comprobar el estado en el que se encuentran». También manifestaron su deseo de que Moncofa pueda tener su propio campanero.

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