La hora del café: Este pueblo de Castellón abre su primera cafetería

No es un mal plan, para una tarde cualquiera, bajar hasta la cafetería de la esquina y tomarse un cortado o un café con leche, acompañado por un cruasán o por una pelota de crema.

También se puede convertir en un momento para compartir una distendida tertulia con amigos o en un paréntesis en la rutina del trabajo, que convierten a la cafetería de cualquier localidad en un referente para su actividad diaria.

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En un pueblo de Castellón, al menos hasta ahora, no contaban con un lugar de esta características. Para cubrir este hueco, una vecina acaba de abrir las puertas de la primera cafetería de la población, que lleva por nombre 'Aroma café i pastes'.

Mavi Traver, aunque no cuenta con experiencia previa dentro del ámbito hostelero, ha apostado por ofrecer este servicio en una localidad de más de 3.000 habitantes que, hasta el momento, sólo tenía bares, donde los almuerzos populares apenas dejaban alternativa a la hora del café.

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«Comprobé que existía la necesidad de un espacio para tomarse un café con unas pastas, un sitio que fuera diferente al típico bar de almuerzo y menú», comenta Traver que destaca que «ofrecemos productos de repostería, como cruasanes, ensaimadas, empanadillas o pelotas de crema. Ningún otro espacio hostelero de la localidad cuenta con estos productos».

Además, 'Aroma café i pastes' busca diferenciarse con su apuesta por los productos artesanales. La propietaria señala que «el propósito es ofrecer el mejor producto posible» para atraer a unos clientes que todavía están conociendo este nuevo espacio.

Un local en desuso

Aroma café i pastes también ha servido para darle vida a un viejo horno de la localidad. Como explica Mavi Traver, «el lugar donde se ubica la cafetería era un horno tradicional, pero cerró hace dos años por la defunción de los propietarios».

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Con la apertura de la cafetería, aparte de dotar a la Vilavella de un servicio del que carecía, se ha recuperado un local que ahora se encontraba en desuso.

Por el momento, la novedad ha llamado la atención. «Es un sitio acogedor, con una cuidada decoración. Por ahora, aunque sólo llevamos unos días abiertos, está yendo muy bien. Muchas personas se han acercado a tomar un café y a probar las pastas. No sé qué pasará, porque la hostelería siempre es complicada, pero estoy contenta con lo que he conseguido», concluye la dueña de la cafetería.