Recta final para las obras de creación de la red de agua potable del Anillo Sur de Onda

Las obras comenzaron en el mes de octubre del 2024 y está previsto que finalicen el próximo mes de mayo

Vista de la zona en la que se están desarrollando las obras del Anillo Sur de Onda.

Vista de la zona en la que se están desarrollando las obras del Anillo Sur de Onda. / MEDITERRÁNEO

Onda

Las obras de creación de una nueva red de agua potable en Onda, que están ejecutando el Ayuntamiento y Facsa, encaran en estos momentos su recta final. Se trata del proyecto Anillo Sur, una infraestructura que el equipo de gobierno considera «clave para mejorar el suministro».

La intervención consiste en la creación de una red de tuberías de gran capacidad «que optimizarán la distribución del agua desde el depósito principal, reforzando el abastecimiento en los barrios del sur y garantizando el desarrollo de nuevas áreas industriales», describen desde el consistorio.

Los trabajos comenzaron en octubre de 2024 y finalizarán en mayo de 2025, en lo que el gobierno que dirige Carmina Ballester considera «un avance que se enmarca en un plan más amplio que continuará con la ejecución del Anillo Norte, prevista para junio de 2025», siguiendo las directrices del Plan Director del servicio municipal, elaborado por Facsa en colaboración con los servicios técnicos del Ayuntamiento.

El concejal de Vía Pública, Vicente Ramón, destaca la importancia de esta inversión al señalar que «este proyecto refuerza la infraestructura hídrica de Onda y nos posiciona como un referente en la gestión del agua», a lo que añade que «con estas inversiones, seguimos mejorando la calidad de vida de los ondenses y aseguramos que el crecimiento del municipio se haga sobre una base sólida y sostenible».

Además del Anillo Sur, en los últimos años se han renovado otros tramos importantes de la red en puntos estratégicos como Barranc de Ràtils, Camino Palmeral, Camí Palos, Plaza Siglo XXI y Avenida del Mar/Miguel Servet, con el mismo propósito, «mejorar el rendimiento hidráulico».

A ello se suma el compromiso del Ayuntamiento y Facsa con la renovación anual de más de 1.000 metros de red, en la misma línea de modernización y aumento de la eficiencia de este servicio público esencial.

Las obras «han permitido implementar tecnologías avanzadas, como la telelectura, que ya cubre el 15% de los abonados», incluídas todas las zonas industriales, «y la supervisión remota de pozos, depósitos y manantiales». Además, se han implantado treinta estaciones de monitorización de caudal y presión y siete estaciones de control continuo de calidad del agua, permitiendo una respuesta más ágil ante cualquier incidencia, detallan desde el Ayuntamiento.

Un servicio eficiente y sostenible

Desde el Ayuntamiento inciden en que Facsa gestiona el servicio con la certificación ISO 50001 de Eficiencia Energética, que ha permitido «optimizar el consumo mediante el uso de vehículos eléctricos y la monitorización continua de las instalaciones». Asimismo, la certificación ISO 14001 de Gestión Medioambiental concedida por garantizar «una óptima gestión de residuos y el refuerzo del compromiso con la protección del entorno».

A través de las mejoras ya realizadas, «el servicio ha reducido pérdidas, optimizado la presión en diversos sectores y garantizado un abastecimiento más eficiente y sostenible», concluyen.

Tracking Pixel Contents