El "infierno" que provocan unos okupas en Castellón: "Drogas, armas, prostitución, robos y agresiones al resto de vecinos"

«Imagínate llegar a tu portal y ver a yonkis tirados por el suelo, saber que hay gente con armas y que trapichea o ser consciente de que utilizan una de las viviendas como prostíbulo. Por si fuera poco, intentan robarnos al resto de vecinos y en más de una ocasión nos han agredido físicamente».

Ese es el «infierno» con el que tienen que convivir diariamente por culpa de un grupo de okupas los vecinos de una finca de Almassora, ubicada en la avenida Castellón, que han recurrido a Mediterráneo para denunciar «la desesperación y la inseguridad» que sienten.

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Según el testimonio de los residentes, «hace meses» que se ven obligados a lidiar con esta situación tan angustiosa. El edificio en cuestión consta de 16 viviendas. Cinco de ellas están habitadas por vecinos que llevan residiendo desde hace más de cinco años, otras dos por otros inquilinos que llevan menos tiempo y «las nueve restantes están tomadas por okupas». No obstante, aseguran que hay otras viviendas de los otros dos bloques que componen la finca que están en la misma tesitura.

Como en otros casos relacionados con esta problemática de la okupación, los afectados denuncian que los pisos habitados ilegalmente son propiedad de la Sareb.

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«Acorralados y amenazados»

Los vecinos critican que, «más allá de las continuas molestias» que sufren, «lo peor de todo es la inseguridad», ya que aseguran que se sienten «amenazados y acorralados». «Además de que lleven armas, trafiquen con drogas y tengan un piso para la prostitución, cuando entras por el portal y están allí, te preguntan que adónde vas o qué haces, como si tuvieras que darles explicaciones», detallan.

De hecho, hubo un día en el que, tras un encontronazo, las fricciones llegaron a las manos incluso. «Unos okupas agredieron a mi madre y le provocaron un traumatismo cranoencefálico tras haber sido operada en la cabeza», afirma una de las vecinas, que asegura que los intentos de agresiones son «frecuentes» en ese edificio.

Además, relata que han intentado entrar más de una vez a robar al resto de domicilios y trasteros. «Sustrajeron hasta una silla de ruedas», asegura. Y recrimina que también ha sufrido «destrozos en su coche» después de tratar de desvalijar su vehículo particular.

Estos residentes, que esgrimen que los okupas «viven como reyes porque tienen la luz y el agua enganchadas», critican que han contactado en reiteradas ocasiones con el Ayuntamiento y la Sareb, pero lamentan que no aporten soluciones: «Son sabedores de nuestra situación, pero no nos hacen caso, pasan de nosotros».

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Planean movilizaciones

Para tratar de hacerse oír y dar a conocer su particular calvario, el grupo de vecinos afectado tiene previsto poner en marcha una serie de movilizaciones. Entre otras acciones, planean manifestarse frente al ayuntamiento de Almassora y frente a la Subdelegación del Gobierno en Castelló. «No lo sufrimos solo nosotros en nuestra finca, los negocios y comercios también están hartos y hay otras zonas del municipio que sufren esta problemática», dicen.

De hecho, como ha ido publicando este diario, otros vecinos ya denunciaron la presencia de okupas en un edificio de la calle Santa Quitèria, aunque los casos más recientes han sido un intento de okupación masivo en un bloque de adosados vacío de la playa o el desalojo de una vivienda asaltada en la calle Juan de Austria mientras el propietario estaba ingresado. 

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