La zona Boverals de la costa de Vinaròs sufre un nuevo desprendimiento

Los efectos del último temporal en el litoral vinarocense se han hecho notar con un nuevo desprendimiento en la parte norte del litoral, en un emplazamiento muy próximo a la playa Saldonar

La zona Boverals ha sufrido un desprendimiento después del temporal de la pasada semana.

La zona Boverals ha sufrido un desprendimiento después del temporal de la pasada semana. / Javier Flores

La regresión sigue causando problemas en la extensa costa de Vinaròs. Los efectos del último temporal en el litoral vinarocense se han hecho notar con un nuevo desprendimiento en la zona Boverals, ubicado a la zona turística norte, en un emplazamiento muy próximo a la playa Saldonar y que también podría afectar a la calle Costa Mar en un futuro próximo. 

El desprendimiento ha afectado a un tramo de barandilla y existe en la zona otro tramo de baranda también afectado que está a punto de desplomarse. Un tramo de esta misma calle ya había sufrido un desprendimiento hace unos años y debido a ello se estrechó el vial.

Los efectos de los temporales siguen afectando a las costas turísticas norte y sur de la localidad. En la zona norte, en los últimos años, ha habido importantes desprendimientos en el paraje natural de Sòl de Riu que han afectado a diversos puntos, entre ellos una zona que servía de lugar de descanso y mirador, donde se desprendió una parte de una barandilla de madera, además del hito que delimitaba la zona marítimo terrestre.

En la costa sur, a principios de 2022 hubo un importante desprendimiento en una zona peatonal de primera línea de costa situada en Cala Puntal que afectó a unos 15 metros de vial.

Aunque no hubo que lamentar daños personales, la caída al mar de este tramo afectó al servicio de agua potable de algunas viviendas próximas y también al alcantarillado. Este es un entorno especialmente castigado por los temporales.

En febrero de 2017 ya se produjo un desprendimiento en una zona muy próxima a este tramo. Entonces, cayeron al mar una decena de metros de parte del vial peatonal, ya que la erosión originó una gran cueva y dejó el paso reducido a poco más de dos metros de los jardines de viviendas unifamiliares.

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