La Vall d'Uixó censa más de 1.000 nidos de aves urbanas que están protegidas

El Ayuntamiento ofrece de manera gratuita bandejas para evitar la acumulación de excrementos, principal causa de la destrucción

Imagen de un nido de golondrinas, realizado bajo la cornisa de una vivienda.

Imagen de un nido de golondrinas, realizado bajo la cornisa de una vivienda. / MEDITERRÁNEO

La Vall d'Uixó

Con la llegada desde hace semanas de las aves migratorias al territorio de la provincia de Castellón, el Ayuntamiento de la Vall d’Uixó ha reactivado las acciones de sensibilización respecto de la obligatoriedad de no interferir en la nidificación de cualquier ave silvestre, más en concreto con especies como los vencejos, golondrinas o el avión común, porque la destrucción de sus nidos se considera un delito «que puede suponer multas de entre 5.000 y 200.000 euros y penas de prisión de hasta dos años», advierte el concejal de Medio Ambiente, Marc Seguer.

El concejal de Medioambiente de la Vall, Marc Seguer, muestra una de las bandejas fabricadas para recoger los excrementos de los nidos urbanos.

El concejal de Medioambiente de la Vall, Marc Seguer, muestra una de las bandejas fabricadas para recoger los excrementos de los nidos urbanos. / MEDITERRÁNEO

Recuerda que su departamento encargó un censo, realizado por Seo BirdLife con la colaboración de voluntarios y agentes medioambientales de la Generalitat, que cuantifica en más de 1.000 los nidos de las especies más vulnerables. En concreto, según Seguer, se identificaron 980 de avión común; 50 de vencejos y 21 de golondrinas.

Indicador de buena calidad ambiental

La campaña puesta en marcha por el Ayuntamiento de la Vall incide en que la presencia de estas aves «es un indicador de la buena calidad ambiental de nuestro entorno urbano, porque solo viven en lugares donde el ecosistema es saludable». Remarcan también su función por lo que respecta al control de plagas, «una sola golondrina puede ingerir unos 850 insectos al día, principalmente moscas y mosquitos, lo que representa más de 300.000 al año por ejemplar».

Para explicar estos y otros beneficios de la convivencia con estos pájaros urbanos, van a repartir trípticos informativos y organizarán charlas educativas en los centros educativos, a la vez que se reedita la publicación Els ocells del nostre entorn, que incluye un catálogo con fotografías y las características de 450 especies con presencia en el término municipal.

Medidas contra la suciedad

La razón habitual que dan quienes destruyen los nidos de estas aves es la suciedad que generan sus excrementos. Para facilitar la toma de medidas de manera inocua para estos seres vivos, el departamento de Medio Ambiente pone a disposición de la ciudadanía «de manera grauita», bandejas protectoras que se colocan bajo los nidos «y evitan la acumulación de excrementos en fachadas, balcones o en la vía pública durante la época de cría», señala el edil.

Otra de las medidas ha sido la instalación de nidos artificiales en colegios. Existen varias unidades en los CEIP Blasco Ibáñez, Sant Vicent, Colònia Segarra y Recaredo Centelles. Seguer anuncia que está previsto instalar varios en el nuevo ayuntamiento, ahora en obras.

El nivel de protección de estas aves es tal, que para hacer reformas en viviendas es obligatorio solicitar una autorización expresa y deben reponerse los nidos. 

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