Almassora resuena con 300 bombos tras el toque de Pablo Herrera

Tambors de Passió hizo vibrar a los presentes con un impresionante y conmovedor estruendo que anunció la muerte de Jesús

El medallista olímpico fue el invitado de honor de la XVII Rompida de la Hora

Un solemne toque magistral con sentimiento y devoción rompió el silencio sepulcral. Almassora vivió en la madrugada del Jueves al Viernes Santo una de las citas más esperadas y conmovedoras, una de las señas de identidad de su Semana Santa, declarada fiesta de interés turístico provincial. Ante miles de personas en el corazón de la Vila, Tambors de Passió hizo vibrar a los presentes con un impresionante y conmovedor estruendo que anunció la muerte de Jesús, justo cuando lo marcaron las campanas de la iglesia parroquial de la Natividad de Nuestra Señora.

Cerca de 300 tambores y bombos llenaron la plaza Mayor, donde el color granate de las túnicas de los integrantes de Tambors de Passió formaron un sonoro manto. El invitado de honor de la XVII Rompida de la Hora de Almassora fue el medallista olímpico, en la disciplina de voley playa, Pablo Herreraque estuvo acompañado en todo momento por el presidente de Tambors de Passió, Damián Aguilella; y la alcaldesa de Almassora, María Tormo. 

Un lugar de excepción en la Rompida de la Hora lo ocupó el bombo gigante de 2,20 metros de diámetro, que preside y da inicio al esperado acto. Data de 2009, de la primera edición, siendo el primer bombo gigante que hubo en la Comunitat Valenciana.

«Tambors de Passió son unos grandes embajadores de Almassora, de nuestras costumbres y nuestras tradiciones, siendo una pieza fundamental de nuestra Semana Santa, contribuyendo a engrandecerla», destacó la alcaldesa.

Tras la Rompida, el recogimiento y la religiosidad tomaron las calles de la Vila de Almassora, impregnadas del perfume de hierbas aromáticas, al paso de la comitiva de Tambors, dando inicio al Viernes Santo de Pasión con la procesión del Santo Entierro como acto central.

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