Un pueblo de Castellón revive su glorioso pasado modernista

Las casas señoriales que componen el paisaje urbano de este municipio, además de un atractivo turístico a la altura son testimonio de un pasado de esplendor económico en el que la población atraía a las fortunas valencianas

Integrantes del Grupo de Lectura de Navajas han protagonizado la recreación histórica de la vida en la localidad a principios del siglo XX, en sus emblemáticos ‘Huertos’.

Integrantes del Grupo de Lectura de Navajas han protagonizado la recreación histórica de la vida en la localidad a principios del siglo XX, en sus emblemáticos ‘Huertos’. / Luis Rosalén Torres

El pasado modernista de la provincia de Castellón, una época de prosperidad para una parte de la sociedad, quedó escrito para la posteridad en las viviendas de diferentes barrios residenciales repartidos a lo largo y ancho de este territorio.

Puede que uno de los ejemplos más conocidos sea el de las Villas de Benicàssim, por su ubicación privilegiada frente al mar, pero entre quienes disponían de posibles en aquel momento, también hubo quien prefirió el interior, donde se construyeron espléndidas residencias que todavía hoy hablan de aquellos días. Es el caso de las de Navajas.

Y hablan, literalmente, con la voz de los vecinos de la población que, este año, como cada Domingo de Resurección, fueron los protagonistas de una recreación histórica en la que relatan los pormenores de aquellos días en los que proliferaron en su término municipal Los Huertos, que pese a su rústico nombre, en realidad se trataba de casas señoriales construidas «por familias adineradas atraídas por el pueblo, sobre todo de la ciudad de València».

La iniciativa nació de la mano del Grupo de Lectura de Navajas y se mantiene bajo su amparo, convirtiéndose en un reclamo turístico más de una población que presume en cuanto tiene ocasión de sus valores patrimoniales, sociales y naturales, que no son pocos.

Cuentan que este año, el itinerario ha partido de la plaza del Olmo y ha recorrido varias calles del municipio «siguiendo el callejero de la Navajas antigua» hasta llegar a Los Huertos. En concreto, hicieron un alto en el de Corell, construido allá por el año 1900 por Don Julián Ayora y Doña Petra, su mujer. 

Recordaron que durante la guerra civil fue incautada para convertirla en el alojamiento del Estado Mayor del ejército republicano y señalaron que entre sus paredes se mantuvo «la famosa reunión entre Juan Negrín y el Alto Mando, en el que se encontraban los generales Miaja, Rojo, Matallana, Menéndez y Sarabia». 

Viviendas recuperadas

La familia ha recuperado la propiedad tras la contienda para destinarla a su uso original, pasar los veranos. El actual propietario es Vicente Boluda Fos, que ha sometido a la residencia a una importante renovación, llegando incluso a anexionar la casa contigua, propiedad primero de la familia Mezquita y después de Fernández Casanova. Pormenores todos escritos en la memoria y la historia de Navajas. 

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