Lavado de cara para el 'Nostre Senyor' de Burriana
La localidad inicia la restauración integral de la emblemática campana de 1.500 kilos de peso

Los trabajos de rehabilitación han precisado de maquinaria pesada para ser llevados a cabo. / Mediterráneo
El Nostre Senyor pasa por el taller para mejorar su aspecto. La campana, la pieza de mayor tamaño del campanario de Burriana y uno de los símbolos más representativos del patrimonio cultural del municipio, vive trabajos de restauración integral.
Dada su magnitud, alrededor de 1.500 kilos de peso y altura del campanario, unos 51 metros, el traslado de la campana ha requerido la utilización de maquinaria pesada. Esta importante actuación de rehabilitación es fruto de la colaboración entre la Diputación de Castellón y el Obispado de Segorbe-Castellón, con una inversión total de 40.000 euros.
Asimismo, durante esta jornada, se han finalizado también las labores de rehabilitación de otra de las 8 campanas que dispone El Templat, concretamente, la campana La Rondana, de menor tamaño y un peso de alrededor de 422 kilos.
Un campanario con historia
El campanario de Burriana, cuya construcción se remonta a 1363 bajo los planes de fortificación del rey Pere IV, fue concebido inicialmente como una torre fuerte con doble función: defensiva y como torre de comunicaciones y reloj público.
En sus orígenes, se encontraba exento de la iglesia y contaba con dos accesos. Uno de ellos es el que se utiliza en la actualidad, mientras que el segundo comunicaba la torre con el interior del templo y se ubicaba a los pies del edificio.
Posteriormente, la construcción de la nueva sala de campanas y la terraza siguió la tendencia arquitectónica de la época en localidades de La Plana, el Baix Maestrat e incluso Valencia. La sala de campanas se cubrió con una bóveda estrellada de nervaduras sobre ménsulas de estilo gótico, reaprovechándose las antiguas gárgolas góticas de desagüe de la terraza original.
El campanario fue destruido durante la Guerra Civil, cuando en 1938 el Ejército Republicano detonó 32 cajas de dinamita en su base. La reconstrucción, iniciada en 1942 y liderada por el párroco mosén Elías Milián, fue crucial para preservar el valor sentimental que este símbolo tenía para los feligreses y la ciudadanía.
Tras su restauración, destacó su fidelidad estética y la elevación de su altura en 10 metros, buscando convertirlo en el más esbelto y alto de la Comunitat Valenciana.
El concejal de Burriana y diputado provincial de Cultura, Alejandro Clausell, ha subrayado “el compromiso de la Diputación con la cultura e historia de Burriana, invirtiendo recursos económicos para asegurar y preservar el funcionamiento de la campana del Nostre Senyor”.
Por su parte, el alcalde de Burriana, Jorge Monferrer, ha agradecido “el esfuerzo conjunto de todas las instituciones por preservar un patrimonio tan preciado por los burrianenses”.
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