Morella y Catí recorren siglos de historia en sus rogativas a Vallivana y Sant Pere de Castellfort

Ambas romerías, profundamente enraizadas en la identidad de sus respectivos pueblos, han congregado a cientos de participantes

Morella y Catí cumplen con la tradición en sus respetivas rogativas a Vallivana y Sant Pere de Castellfort.

Morella y Catí cumplen con la tradición en sus respetivas rogativas a Vallivana y Sant Pere de Castellfort. / Javier Ortí / Francesc Segura

Javier Ortí / Francesc Segura

La provincia de Castellón vive este fin de semana dos de sus manifestaciones religiosas y culturales más significativas: las tradicionales rogativas de Morella al santuario de Vallivana y de Catí a Sant Pere de Castellfort. Ambas romerías, profundamente enraizadas en la identidad de sus respectivos pueblos, han congregado a cientos de participantes en un ambiente de fervor, convivencia y compromiso con el legado ancestral.

Morella abre el nuevo ciclo sexenal

En el caso de Morella, la jornada de este sábado ha marcado el inicio del nuevo ciclo sexenal, tras la intensa celebración del Sexenni en 2024. Desde primera hora de la mañana, decenas de romeros han partido desde la Basílica Arciprestal con dirección al santuario de Vallivana. A las 9.00 horas, tal como marca la tradición, comenzó el recorrido con las paradas habituales. Mañana, domingo, la comitiva deshará el camino para regresar a Morella. 

Decenas de romeros partieron desde la Basílica Arciprestal de Morella con dirección al santuario de Vallivana.

Decenas de romeros partieron desde la Basílica Arciprestal de Morella con dirección al santuario de Vallivana. / Javier Ortí

En esta ocasión, cabe destacar que en los últimos días se llevó a cabo la revisión y adecuación del camino, especialmente entre el puente de Taules y la cruz de la carretera de Vallibona. Además, gracias a las ayudas por los daños causados por la dana, se ha reparado el tramo del barranco hasta el puente de la Bota.

Este año, la gestión del bar del santuario de Vallivana está en proceso de adjudicación. Mientras tanto, la Asociación Virgen de Vallivana se encarga del servicio de bebida el sábado desde las 17.00 horas y el domingo entre las 7.00 y las 10.00 horas. Asimismo, los grupos inscritos disponen de la tradicional cena del sábado en el santuario.

Además, esta semana se han nombrado los cuatro nuevos alets de la Mare de Déu de Vallivana para cubrir los puestos vacantes.

Alets de la Mare de Déu de Vallivana.

Alets de la Mare de Déu de Vallivana. / Javier Ortí

Los morellanos Lucas Ripollés, Héctor Monfort, Cristina Ferrer y Gema Ripollés asumen este simbólico y emotivo cargo, contribuyendo así a mantener viva una tradición ancestral que se transmite de generación en generación.

La Rogativa a Vallivana es mucho más que una caminata devocional: es la expresión viva del sentir morellano, una manifestación colectiva de fe, tradición y comunidad que, en este 2025, abre con emoción y esperanza un nuevo ciclo hacia el próximo Sexenni.

Catí mantiene viva su promesa a Sant Pere

Salida de la rogativa de Catí a Sant Pere de Castellfort, con las ‘cantadores’ Ana Isabel Roca y Amparo Gamiz.

Salida de la rogativa de Catí a Sant Pere de Castellfort, con las ‘cantadores’ Ana Isabel Roca y Amparo Gamiz. / Frances Segura

Simultáneamente, la localidad de Catí cumple con su propia cita histórica. Siguiendo una tradición secular, más de 300 peregrinos iniciaron a primera hora de esta mañana la Rogativa a Sant Pere de Castellfort.

   Una romería que tiene sus inicios en una época de sequía. Los catinenses fueron a Castellfort a pedir lluvia a la ermita del santo pontífice. A su regreso las lluvias fueron copiosas y las cosechas abundantes. Desde entonces, y sin interrupción, se ha celebrado cada primavera el peregrinaje.

   Poco a poco, se siguen rompiendo techos de cristal. Si hace tres años Vanessa Celma fue la primera mujer que ocupaba el cargo de “cantadora”, este año ha sido el primero que lo han ocupado dos mujeres, Ana Isabel Roca y Amparo Gamiz, fisioterapeuta y técnica de farmacia respectivamente.

Llegada de la rogativa a Sant Pere.

Llegada de la rogativa a Sant Pere. / Francesc Segura

  La primera parada fue en el ermitorio de L’Avellà donde el cura que la preside, Toni Borràs, celebró la misa. Siguieron el camino por los términos de Morella y de Ares. Al atardecer, cantando las letanías de los santos con sus voces entrecortadas, llegaron a su destino. Entraron en procesión a la iglesia románica de Sant Pere cantando el Oh Vere Deu   para finalizar con los Gozos a San Pedro.

  Al finalizar el acto religioso, un buen plato de fesols i arròs, cocinados desde primeras horas de la mañana en grandes calderas de cobre.

Reparto 'fesols i arròs' al finalizar la rogativa en Sant Pere.

Reparto 'fesols i arròs' al finalizar la rogativa en Sant Pere. / Francesc Segura

Mañana, domingo, iniciarán el regreso. A las 8.00 horas saldrán desde la misma ermita de Sant Pere para llegar una hora más tarde al santuario de la Marededéu de la Font. Trás oir misa se eligirán los cargos para el próximo año, o sea, los portadores de la cruz, bandera y cantadores, en la Sala de Pinturas. A continuación se repartirá de nuevo els fesols i arròs.

  La primera parada serà en el Coll d'Ares y la siguiente, alrededor de las tres de la tarde en el mismo pueblo de Ares. Al anochecer llegarán a Catí. Trás un breve descanso se celebra la procesión de las antorchas por las calles del pueblo. Una emotiva manifestación religiosa de gran belleza plástica al ir todos los participantes con la típica capa pluvial negra llevando una antorcha encendida en la mano.

  Los cuatro peregrinos de mayor edad el honor de llevar la peana del santo, repartiendo su barras por riguroso orden de edad.  

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