El final del Camí de l'Aigua se retrasa en la Vall d'Uixó por hallazgos arqueológicos y la lluvia

El PP critica que el equipo de gobierno no cumple la promesa en plazos que hizo a los vecinos y desde alcaldía defienden que son «demoras justificadas»

Operarios adoquinan la zona donde se localizó una antigua ermita. | MÒNICA MIRA

Operarios adoquinan la zona donde se localizó una antigua ermita. | MÒNICA MIRA

La Vall d’Uixó

Las obras de urbanización del Camí de l’Aigua en la Vall d’Uixó debían haber finalizado en diciembre, de acuerdo con lo indicado en el contrato de adjudicación. Pero la previsión ahora es que concluyan, como tarde, a principios de julio.

Ese retraso está siendo criticado por el Partido Popular, que este miércoles acusó a la alcaldesa, Tania Baños, de no cumplir sus compromisos y de «condicionar la vida de los vecinos, en su mayoría gente mayor», por los «constantes retrasos, zanjas abiertas, vallados y obstáculos», según precisó la concejala de su grupo municipal Marga Marco.

La edila popular argumenta que «se trata de una inversión que tenía un plazo de siete meses y que en estos momentos acumula retrasos de más de cinco», y exige «explicaciones, porque los residentes están cansados».

Respuesta municipal

Frente a las declaraciones difundidas por la oposición, fuentes municipales exponen que las obras están «prácticamente finalizadas» y el retraso es consecuencia de que «la empresa ha solicitado dos aplazamientos, avalados con informes de la oficina técnica del departamento de Urbanismo y aprobados por la junta de gobierno, que se deben a la aparición de restos arqueológicos, a las persistentes lluvias del primer trimestre del año, la aparición de fibrocemento, y algunas modificaciones del proyecto».

Las mismas fuentes insisten en que la constructora tiene de prórroga hasta principios de julio, como máximo, para concluir los trabajos.

Sobre aviso

Sobre los restos arqueológicos, Mediterráneo ya informó a principios de enero de esa circunstancia. En concreto, localizaron el origen de la ermita de la Cova Santa, justo bajo la capilla de la misma advocación. Tras completar los preceptivos trabajos arqueológicos, han retomado la pavimentación. En el Ayuntamiento señalan que es la única zona en la que todavía no habrían completado el adoquinado. En el resto de viales, «solo falta colocar el mobiliario, bancos, papeleras y vegetación», detallan.

El 7 de febrero del 2024, cuando se inició la licitación de esta parte del proyecto, la alcaldesa, Tania Baños, en declaraciones a este periódico, ya advirtió de que «la zona es más compleja (comparada con la primera fase) y es muy probable que se produzcan hallazgos que necesiten excavaciones y paralizaciones para documentarlos».

Beneficios de la obra

Desde el Ayuntamiento indican que saben que todas las obras generan molestias, más si se retrasan, pero es una demora justificada». «Y no hay que olvidar que con estos trabajos se conseguirá una zona de bajas emisiones en el Roser y su entorno, que hacía mucha falta, porque son calles antiguas que no eran accesibles, y se conseguirá apaciguar el tráfico de vehículos y reducir las emisiones de CO2», resaltan.

La urbanización del Camí de l’Aigua, que en global ha supuesto una inversión de unos dos millones de euros, está financiada con fondos europeos.

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