Una pesadilla en 10 minutos: el granizo destroza la terraza de un conocido gastrobar de Segorbe

Fue cuestión de diez minutos, pero la violencia de la tormenta provocó estragos en un conocido gastrobar de Segorbe, que este domingo no ha podido abrir sus puertas, «y no sabemos cuándo podremos hacerlo, quizás a final de semana», o en eso confía su propietario.

La granizada que este sábado dejó importantes registros de precipitaciones en diferentes puntos de la provincia de Castellón, registró incidencias especialmente significativas en el Alto Palancia. Entre las más graves, la que afectó a Grastroadictos, el negocio que lidera David Marqués.

Las imágenes hablan por si solas, pero no pueden relatar lo que vivieron a media tarde en este establecimiento, cuando los últimos clientes alargaban las sobremesas de la comida.

Relata Marqués que cuando empezó a llover y granizar con tanta intensidad, se asomó «para ver si podía salvar algo», aunque no imaginaba que la inquietud normal ante la posibilidad de que cualquier tormenta de cierta importancia pueda deteriorar algún material, iba a tener el impacto que en apenas un instante sufrió.

«Fue una auténtica locura», explica. «Estaba mirando a ver qué podía esconder cuando, a apenas 15 centímetros de mí, cayó la chimenea del sistema de extracción en medio de la terraza».

A partir de ahí, reinó el caos. Los toldos que cubren el espacio exterior, el sistema eléctrico y cuanto había al descubierto, quedó destrozado por un pedrisco que este domingo, amanecido el día, todavía se acumulaba en algunos rincones.

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Gastroadictos lleva abierto diez años en ese mismo lugar y «nunca antes había visto nada parecido», asegura su propietario. Los toldos, según detalla, «los instalé hace tres o cuatro años, y habían aguantado de todo, pero nada como esto».

Para este domingo tenía las reservas completas, «y hemos tenido que llamar a todo el mundo para anularlas», aunque David Marqués afronta este revés con espíritu emprendedor, «somos autónomos, hay que seguir adelante. Al final, estoy contento, porque solo han sido daños materiales».

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Ante la adversidad, destaca tener un equipo «supercomprometido, tras la tormenta fueron los primeros en quedarse y esta mañana se han puesto el chándal para empezar a arreglar todo esto». También está muy agradecido «por la cantidad de gente que se está ofreciendo a ayudar, y es que si algo tenemos los humanos, es que en las situaciones límite, no dudamos en arrimar el hombro», y esa es la lectura positiva con la que quiere quedarse de este episodio.

Aprovecha la ocasión para hacer una reflexión en voz alta: «El cambio climático está aquí, es una realidad, pueden negarlo si quieren, pero el planeta nos está demostrando lo que pasa por no dejar de maltratarlo».

En cuanto a los desperfectos, además de la afección en el sistema de extracción de la cocina y de la rotura de los toldos, detalla que deberá restablecer el sistema eléctrico, porque han caído postes de luz, todo el cableado y las bombillas que decoraban el espacio.