La desembocadura del riu Millars cerrada al paso: Las razones y por cuánto tiempo

Desde el paraje natural informan a la ciudadanía de que se limita la circulación por razones de conservación medioambiental

Señalización que indica que la desembocadura del riu Millars, en la playa de les Goles, está cortada de forma temporal al paso.

Señalización que indica que la desembocadura del riu Millars, en la playa de les Goles, está cortada de forma temporal al paso. / MEDITERRÁNEO

Almassora

Las personas que a partir de este lunes se acerquen a la desembocadura del riu Millars, en concreto al paso entre los términos municipales de Burriana y Almassora, en la playa de les Goles, se encontrarán con unas indicaciones que prohíben el paso. La decisión la ha tomado el consorcio gestor de este paraje natural y la razón tiene que ver con la protección de este entorno. Para ser más preciso, con las especies que lo habitan.

Como detallan desde esta entidad de la que participan ambos municipios, la actual es época de cría de aves protegidas. Por ese motivo, explican, se restringe la circulación «temporalmente» y ofrecen alternativas. Indican que para ir a pie o en bicicleta se puede ir por el paso de la Cossa, «que une los caminos de Santa Bárbara (Burriana) y Marjalet (Almassora)».

Precisan que ese paso estuvo cortado por el aumento del caudal que experimentó el río en primavera, «pero en los próximos días volverá a estar operativo, tanto para senderistas como para ciclistas y vehículos a motor».

Desde el Grup d'Estudi i Protecció dels Rapinyaires-Ecologistes en Acció (GER-EA), indican que esta restricción se prolongará «hasta mitad o finales de julio», dependerá del resultado de las observaciones. Es el momento del año en el que cría el charrancito común, una ave catalogada como vulnerable. El presidente de la agrupación conservacionista, Josep Bort, indica que «posiblemente sea el ave marina con la que tenemos más problemas de cría».

Una pareja de charracito común junto a su pollito en la desembocadura del riu Millars.

Una pareja de charracito común junto a su pollito en la desembocadura del riu Millars. / JOSEP BORT

La necesidad de extremar el cuidado estas semanas se justifica porque «la especie es muy sensible a las molestias que provocan la presencia de personas». Apelan a la comprensión y la paciencia de la gente, «porque los humanos tenemos una zona muy amplia para pasear, pescar y tomar el sol, y la zona cerrada es muy reducida».

La importancia del respeto de estas restricciones «es vital», enfatiza. Estos días, «hay alguna pareja incubando los huevos, pero la mayoría ya tiene los pollitos y son muy pequeños», tanto, que pueden confundirse con mucha facilidad con las piedras. Además, al tratarse de una zona de paseo habitual con perros, aumenta la amenaza, «porque pueden morderlos y matarlos».

La participación de GER-EA en esta campaña se debe a que la organización es la que impulsa el proyecto de protección del charrancito. En su momento, presentaron una propuesta al Consorci del Riu Millars y a la dirección general de Vida Silvestre de la Conselleria de Medio Ambiente, que fue aprobado.

Otra perspectiva de la zona cerrada al paso de forma temporal en la desembocadura del riu Millars.

Otra perspectiva de la zona cerrada al paso de forma temporal en la desembocadura del riu Millars. / MEDITERRÁNEO

De esta restricción temporal, explican, «se van a beneficiar algunas parejas de chortilejo patinegro (otra especie protegida), que también están criando en la zona cerrada».

Confían en que la población en general será comprensiva con la situación, aunque recuerdan que si se incumple la advertencia y se saltan las limitaciones, «la guardería del Consorcio o los agentes medioambientales pueden imponer sanciones».

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