La recuperación de una costumbre del siglo pasado da voz a la defensa de la playa de Nules

Un centenar de personas a caballo, en carro o a pie se suman a la II Marxa per Sant Joan Mo n’anem a la mar organizada por Platges de Nules

Vídeo: Así ha sido la Marxa per Sant Joan de Nules

M. Carmen Lucas

Nules

Un centenar de personas se ha sumado este sábado a la convocatoria de la II Marxa per Sant Joan Mo n’anem a la mar, una romería que supone la recuperación de una costumbre de los vecinos de Nules, que durante décadas del siglo pasado, con la llegada del verano, se trasladaban a la playa para celebrar la festividad de Sant Joan.

Emulando a sus antepasados, que a falta de coche, enganchaban caballos o mulas a carros y carretas y completaban la distancia que separa el casco urbano del poblado marítimo, entonces integrado casi en exclusiva por les casetes de primera fila de playa, los participantes en la marcha organizada por el colectivo Platges de Nules, han recorrido la misma distancia en una jornada que ha tenido tanto de lúdica, como de popular y reivindicativa.

Para aprovechar el momento de la mañana con temperaturas más benévolas, la organización ha citado a los asistentes a las 8.30 horas frente a la iglesia del Convento, desde donde han partido en comitiva para encarar el itinerario a través del carril bici que conecta la población con el litoral, bajo un sol de justicia, nunca mejor dicho.

Un centenar de personas ha participado en la II Marxa per Sant Joan a la playa de Nules.

Un centenar de personas ha participado en la II Marxa per Sant Joan a la playa de Nules. / PLATGES DE NULES

Con el respaldo de las concejalías de Tradiciones y Playas, y la colaboración de la comisión de fiestas de Sant Joan, de la asociación Cavalls Nules, Castelló Sud, la Corretjola, la AAVV de la Platja de Nules y la Societat d’Amics de la Serra d’Espadà (SASE), la entidad convocante incide en la naturaleza del evento, que pone el acento en «una forma de vida», estrechamente vinculada con la defensa del patrimonio que representa la costa nulense en su conjunto, con el emblema de les casetes por bandera, pero también de su riqueza natural, etnológica y cultural.

Señalan que esta celebración, que ha acabado con un almuerzo, tiene la misma motivación que impulsó en su momento un acto ya consolidado, la Festa de la Tomata, que se celebrará en unas semanas y que recupera otra costumbre local con el mismo propósito, dar visibilidad a «la identidad de nuestro pueblo», conformada por su patrimonio arquitectónico y humano.

Consecución del BRL

Otra de las programaciones que se repetirá este verano es la de Casetes Obertes, en el mes de agosto. Desde la asociación avanzan que «será muy especial por lo que estamos consiguiendo todos unidos», con relación a la declaración de las viviendas de primera fila como Bien de Relevancia Local (BRL), actualmente en trámite.

Exposiciones, conciertos, actos culturales, musicales, para un público familiar y general, volverán a tomar las terrazas y los patios de les casetes con el propósito de exhibir sus singularidades, como mejor argumento para incidir en la necesidad de su protección frente a la amenaza de la Ley de Costas.

En la marcha de este sábado no ha habido pancartas, ni eslóganes reivindicativos, pero sí que se ha compartido ese sentimiento de comunidad que vincula a la gente con sus raíces, su paisaje y su patrimonio, en el sentido más amplio de la palabra. 

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