La Vall ordena la clausura la Font dels Tolls ante el riesgo de contaminación del agua por metales pesados

El concejal de Medio Ambiente comparte la hipótesis de que la presencia de una decena de pilas aplastadas «solo puede ser intencionada»

Vídeo: Una integrante del Espeleoclub la Vall habla sobre el estado de la Font dels Tolls

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Mònica Mira

La Vall d'Uixó

Hasta que se conozca el resultado de las analíticas encargadas por el Ayuntamiento de la Vall d’Uixó, la popular Font dels Tolls, localizada en el barranco de Aigualit, permanecerá clausura por orden de la Concejalía de Medio Ambiente.

Lo confirmó este martes en declaraciones a la Cadena Ser de la Vall el concejal responsable del área, Marc Seguer, tras conocerse por Mediterráneo el caso de un posible envenenamiento de esta fuente natural, denunciado por el Espeleoclub de la localidad. Una limitación que este martes, como pudo comprobar este periódico, no se había hecho efectiva.

La orden está dada, remarca el edil, quien precisa que la duración de esta medida restrictiva dependerá de si se confirma la presencia de metales pesados en el agua y en qué cantidad, que es el principal temor que se baraja, tras encontrarse de forma casual en el interior del manantial una decena de pilas machacadas, lo que hizo sospechar desde el primer momento de que se trataba de un acto deliberado.

Unos días después, según confirmó este martes Héctor Cardona, uno de los espeleólogos, volvió a la fuente y encontró dos unidades más en las mismas condiciones.

«Quien lo haya hecho, no tenía otra intención que contaminar el agua»

Marc Seguer

— Concejal de Medio Ambiente de la Vall d'Uixó

Seguer considera que «quien lo haya hecho, no tenía otra intención que contaminar el agua». A su modo de ver, en otro tipo de comportamientos «se puede pensar que existe un desconocimiento sobre el impacto en el medio ambiente, pero no en este caso. La persona que machacó y tiró esas pilas en la fuente sabía lo que estaba haciendo y es muy grave».

Recuerda que en la reciente difusión de una campaña para la recogida de este tipo de materiales de uso doméstico, se incidió en que estas pequeñas baterías «se consideran residuos peligrosos», dado que son altamente contaminantes.

Uno de los espeleólogos en el interior de la galería en la que surge el agua de la Font dels Tolls de la Vall.

Uno de los espeleólogos en el interior de la galería en la que surge el agua de la Font dels Tolls de la Vall. / ESPELEOCLUB LA VALL

Respecto del impacto de la presencia de las pilas en el agua, indica que los metales pesados que las componen «van filtrándose por el tipo de sistema calcario de esta zona», y aunque es cierto que se van diluyendo a medida que las cantidades de agua son mayores, como sería el caso de los acuíferos de la zona, «en la fuente en cuestión sí que podría haber concentraciones peligrosas». Por esa razón, no puede precisar si la clausura será a largo plazo, ni si hará falta algún tipo de acción descontaminante. La línea de actuación la determinará el examen encargado.

Sin precedentes

Marc Seguer afirma que «los técnicos de la concejalía nunca habían visto en nuestro municipio algo así», de ahí que haya apelado a la colaboración ciudadana, a la hora de denunciar este tipo de conductas «que pueden ser muy peligrosas para la salud».

Cristina Cano, del Espeleoclub la Vall, explica que esta fuente es una parada habitual de senderistas y corredores de montaña, que encuentran en el manantial agua fresca, especialmente en estos días de calor. El riesgo, por tanto, es exponencial.

Cristina Cano, del Espeleoclub la Vall, explica que no son pocas las personas que beben de esta agua de manantial.

Cristina Cano, del Espeleoclub la Vall, explica que no son pocas las personas que beben de esta agua de manantial. / MÒNICA MIRA

Como avanzó este periódico, el descubrimiento de este acto «criminal», como no dudaron en describirlo, lo hicieron dos integrantes del Espeleoclub la Vall, que habían acudido a la zona para explorar la galería que se forma a partir de la fuente. Una vez en su interior, encontraron las dos primeras pilas, un hallazgo que atribuyeron a un descuido, «se podían haber caído de una linterna».

Los dos espeleológos que encontraron las pilas en la fuente, identifican otros algibes en la zona.

Los dos espeleológos que encontraron las pilas en la fuente, identifican otros algibes en la zona. / MÒNICA MIRA

Pronto descartaron la posibilidad, en cuanto constataron que no eran dos sino diez las baterías abandonadas en el agua, «todas machacadas y relativamente recientes, porque solo estaban un poco oxidadas».

Retiraron el material y elaboraron un informe que entregaron en el Ayuntamiento como denuncia. 

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