Una ‘gerialdea’ en un pueblo de Castellón de 30 vecinos: revolucionan el cuidado de los mayores en zonas rurales

Se trata de una iniciativa innovadora que busca mejorar la calidad de vida de las personas mayores, permitiéndoles continuar en sus hogares con una red de cuidados comunitarios que les brinde los servicios necesarios para su bienestar y autonomía

Panorámica de El Tormo, pedanía de Cirat, un municipio situado en la comarca del Alto Mijares.

Panorámica de El Tormo, pedanía de Cirat, un municipio situado en la comarca del Alto Mijares. / Gerialdea El Tormo

¿Y si envejecer no significara abandonar necesariamente tu hogar? ¿Y si quedarse en el pueblo, con tus vecinos y tus recuerdos, fuera una opción real, viable y digna?

Eso es lo que está empezando a suceder en El Tormo, una pequeña pedanía de Cirat con solo 30 habitantes, que se ha propuesto convertirse en una gerialdea: una comunidad organizada en torno a una red de cuidados que permita a las personas mayores seguir viviendo en sus casas, con los servicios necesarios para su autonomía y bienestar.

Esta innovadora propuesta forma parte de la Red de Laboratorios Ciudadanos de Castellón, promovida por el Programa de Extensión Universitaria de la Universitat Jaume I (PEU-UJI). En este contexto, el laboratorio ciudadano planteado en El Tormo funcionará como un espacio de trabajo colaborativo donde los habitantes del pueblo, profesionales y personas interesadas diseñarán conjuntamente soluciones adaptadas a las principales necesidades de los mayores.

¿Por qué en El Tormo?

El Tormo, ubicado junto al río Mijares en Castellón, es un pueblo con una población envejecida de alrededor de 30 personas, con una edad media avanzada y con escasos servicios básicos disponibles, según reflejan en el proyecto. Sin embargo, es un lugar donde las personas mayores mantienen una buena calidad de vida. La gerialdea pretende consolidar una red de cuidados que facilite la permanencia en sus propios hogares, promoviendo su autonomía personal y fortaleciendo la comunidad.

El proyecto responde a una realidad compartida por muchas zonas rurales: una población envejecida, escasez de servicios básicos y un riesgo creciente de despoblación. La gerialdea busca precisamente revertir esa tendencia, consolidando un modelo de comunidad que permita a las personas mayores quedarse en su entorno, sin tener que trasladarse necesariamente a una residencia.

Áreas de trabajo

Las áreas de trabajo definidas incluyen actividades para el bienestar, formación y aprendizaje, servicios domésticos compartidos, cuidado personal y nutrición, asistencia sanitaria, monitoreo y seguridad, así como un baremo de necesidades y sostenibilidad económica. El proceso se articula a través de talleres de producción, que se celebrarán los días 26 de julio y 2 de agosto, abiertos a la participación de personas o colectivos interesados.

Experiencias similares

Este laboratorio se ha nutrido también del intercambio con otras experiencias similares, como la del municipio de Pescueza (Cáceres), conocido por su modelo de pueblo-residencia, o la iniciativa Envejecer en Muñoveros (Segovia), impulsada desde 2018 por los vecinos para garantizar que los mayores puedan seguir viviendo en sus hogares.

En una de las últimas sesiones sobre la gerialdea participaron Eva Molina, Tere Periz y Fina Chiva, que forman parte del grupo impulsor del proyecto, junto con los coordinadores del laboratorio, Marcos García y Ángel Portolés. También abrieron un espacio para conocer y debatir propuestas similares en otros puntos del territorio.

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La Red de Laboratorios Ciudadanos de Castellón, impulsada por el Programa de Extensión Universitaria de la Universitat Jaume I, ha abierto una convocatoria pública de ideas para que personas y colectivos puedan participar en la creación de proyectos comunitarios en el medio rural. En total, son siete núcleos poblacionales los que se han sumado a esta experiencia piloto, cada uno con un enfoque temático diferente pero con el mismo objetivo: activar la participación ciudadana para fortalecer el territorio.

Estas son las líneas de trabajo:

  • Altura: El Jota Lab busca recuperar y actualizar la jota como expresión cultural viva. Se aceptan propuestas relacionadas con danza, música, letras, indumentaria o memoria colectiva.
  • Vilafranca del Cid: El laboratorio sobre el descanso reflexiona sobre el valor de parar en un mundo acelerado. Se anima a repensar el descanso como derecho, experiencia y resistencia cultural, coincidiendo con los 300 años de la ermita de Sant Roc.
  • Almedíjar: Bajo el título Sostenibilidad de los comunes en un mundo neoliberal, se buscan ideas que exploren nuevas formas de gestión comunitaria, desde los saberes tradicionales hasta modelos innovadores de gobernanza local.
  • Cirat: Con el foco en la agricultura tradicional, se trabajará sobre la memoria viva de los cultivos, los oficios del campo y el patrimonio agrícola del municipio, con especial atención al riego y secano.
  • Eslida: Este laboratorio gira en torno al corcho y los alcornoques como recurso ecológico, cultural y económico. Se plantean propuestas en memoria, turismo, biodiversidad y nuevos usos del corcho.
  • Llucena: El proyecto Escuela de Masos rescata la historia de las escuelas rurales en las masías del municipio. Se explorará su valor pedagógico, social y cultural a través de iniciativas artísticas, documentales y comunitarias.
  • El Tormo: Además, esta pedanía de Cirat trabaja en el desarrollo de una gerialdea, un modelo de cuidados comunitarios que permite a las personas mayores seguir viviendo en su hogar con autonomía y bienestar.

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