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Un histórico negocio cierra la persiana en un pueblo de Castellón

Todo empezó en 1939, cuando Marcos Adell y Genoveva Martí abrieron esta tienda que, durante generaciones, ha sido un referente básico para muchas familias de la localidad

Marivalli Antolí, nieta de los fundadores de este negocio con más de 80 años de existencia.

Marivalli Antolí, nieta de los fundadores de este negocio con más de 80 años de existencia. / Javier Ortí

En Morella se cierra una puerta que durante más de ocho décadas ha sido sinónimo de vida, memoria y arraigo. Este comercio que abrió sus puertas en plena posguerra, baja la persiana definitivamente. Con él, no solo se marcha una tienda, sino una parte de la historia del pueblo.

La trayectoria comenzó en 1939, cuando Marcos Adell y Genoveva Martí decidieron levantar un negocio en tiempos de escasez. Apenas contaban con recursos, pero viajaban tres o cuatro veces al año a Barcelona para adquirir rollos de tela. “Dormía en casas de parientes en Barcelona a los que pagaba la estancia con hortalizas”, recuerda emocionada Marivalli Antolí, nieta de los fundadores.

En la posguerra, la tienda fue un pilar básico para muchas familias. Se vendían rollos de tela y eran las mujeres quienes confeccionaban en casa. “Mi abuela hacía calzoncillos de rayas, con tela azul y blanca, un clásico en la época”, rememora. Aquellas prendas, hechas por encargo, forman parte de la memoria colectiva de varias generaciones. Con el tiempo, la tienda fue incorporando productos confeccionados, adaptándose poco a poco a la modernidad.

Cuando la familia de Marivalli tomó el relevo, fue Joaquín Antolí, su padre, quien dio nombre a la tienda con su apellido, a pesar de que el comercio había sido fundado por la rama materna. Ese gesto es reflejo de la mentalidad de la época.

Transformaciones imparables

Cuando Marivalli asumió las riendas de Tejidos Antolí en 1994, las transformaciones eran ya imparables. “El mundo de la importación lo cambió todo. Antes los productos eran españoles, ahora llegan de la otra punta del mundo. Siempre intenté buscar género nacional, pero las fábricas trasladaron la confección fuera por los costes”.

“Una sábana hoy cuesta menos de la mitad de lo que costaba hace un siglo. Eso tiene pros y contras: todos podemos acceder, pero al mismo tiempo consumimos masivamente y generamos contaminación”, reflexiona.

Tejidos Antolí ha surtido de ropa a los morellanos durante generaciones.

Tejidos Antolí ha surtido de ropa a los morellanos durante generaciones. / Javier Ortí

El cierre de Tejidos Antolí es también el reflejo de un fenómeno más amplio: la despoblación y la transformación del consumo. “Me dediqué a buscar ropa para los vecinos mayores, porque la gente joven ya no entra en tiendas como la mía: compran en internet. Bajo los 50 años, casi todos optan por grandes superficies o plataformas digitales”, explica.

El relevo generacional tampoco fue posible. Sus hijos eligieron otros caminos. Bernabé, periodista de formación, es hoy alcalde de Morella. “Se ha entregado a la vida institucional con vocación y compromiso con su tierra”, cuenta orgullosa Marivalli.

Su hija Ivana, arquitecta de formación, ejerce su profesión con pasión en el ámbito privado. "Yo no quería que se sintieran obligados a continuar con el oficio familiar”. Esa libertad de elección marca una diferencia con respecto al pasado.

Relevo en la localidad

Un relevo con continuidad. No todo se pierde con el cierre. Los productos más solicitados de Tejidos Antolí se seguirán vendiendo en Morella gracias a la tienda local Hogar Textil Adell, que ha cogido el relevo.

“Celebro que Nacho haya dado el paso de seguir ofreciendo los mismos productos y marcas que yo tenía. Son muy buscados por la gente mayor y seguir dando el servicio es fundamental en pueblos como Morella, explica Marivalli, satisfecha de que la tradición continúe bajo otro techo.

Un agradecimiento al pueblo. Antes de cerrar definitivamente este capítulo, Marivalli quiere agradecer a todos los vecinos de Morella que, durante tantos años, han encontrado en la tienda no solo un lugar donde adquirir productos, sino también un punto de encuentro y convivencia.

“Gracias por confiar en nosotros, por hacer de Tejidos Antolí parte de vuestra vida y por mantener viva la esencia de este comercio hasta el último día”.

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