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Cierra un restaurante en Castellón tras 37 años de historia: “Nos vamos con una mezcla de alegría y nostalgia”

Desde 1988, el local ha sido un punto de encuentro para vecinos, familias y amigos en el municipio

Ramón y Enjo bajan la persiana de su restaurante tras 37 años de historia.

Ramón y Enjo bajan la persiana de su restaurante tras 37 años de historia. / Restaurante Tropezón

En las últimas semanas, varios negocios de la provincia han anunciado su cierre por jubilación: una peluquería en Burriana, una tienda en Morella, un restaurante chino en Castelló… Ahora se suma el restaurante Tropezón, que gestionan Ramón y Enjo, en Almenara, que bajará la persiana el próximo 7 de noviembre tras 37 años de actividad.

La noticia se dio a conocer a través de un mensaje publicado en sus redes sociales, que rápidamente se llenó de comentarios de apoyo y agradecimiento. “Después de 37 años compartiendo sabores, ilusiones y momentos inolvidables, nuestro querido restaurante cierra sus puertas”, escribieron los propietario. "Realmente nos dedicamos a este negocio 40 años, porque anteriormemte estuvimos 3 años en un local más pequeñito que se llamaba igual y después nos pasamos al actual", explica Ramón.

Desde 1988, este local ha sido un punto de encuentro para vecinos, familias y amigos. “Hemos puesto el alma en cada plato y en cada mesa, convirtiendo este lugar en mucho más que un restaurante: en una gran familia”, señalan Ramón y Enjo.

Por sus mesas han pasado generaciones, celebraciones y conversaciones que hoy forman parte de la memoria de muchos clientes. El restaurante se convirtió en un lugar donde se celebraron cumpleaños, cenas de empresa y reuniones familiares, todo con un trato cercano y una cocina cuidada.

El Restaurante Tropezón cierra tras su apertura en 1988.

El Restaurante Tropezón cierra tras su apertura en 1988. / Restaurante Tropezón

Esfuerzo y dedicación durante casi cuatro décadas

Los propietarios también recuerdan los retos que implica mantener un negocio durante tanto tiempo. “Dirigir este restaurante no siempre fue fácil: hubo noches sin dormir, días de tensión y esfuerzo constante, pero todo valió la pena por las sonrisas de quienes nos acompañaron y por los momentos compartidos”, escriben.

El cierre llega con sentimientos encontrados. “Nos vamos con una mezcla de alegría y nostalgia: alegría por todo lo vivido y nostalgia por dejar atrás este hogar que tantas veces nos vio reír, soñar y crecer juntos”.

El comunicado concluye con un brindis simbólico por todo lo compartido: “Brindamos por los recuerdos que compartimos juntos, y por una nueva etapa llena de descanso y felicidad. ¡Grácias por todos estos años!"

Ramón y Enjo se despiden de su restaurante de Almenara tras casi cuatro décadas de trabajo, dejando atrás un espacio que ha acompañado la vida cotidiana de muchos de los vecinos de este municipio de la Plana Baixa.

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