El cuidado de la vista y la detección de posibles alteraciones en la infancia es fundamental para su tratamiento y corrección. Cabe señalar que el 80% de lo que los niños aprenden durante sus primeros años está relacionado con la vista, por lo que una visión adecuada es esencial en el desarrollo físico, educativo y psicológico.

Afecciones como la ambliopía ametropía o estrabismo pueden ser diagnosticadas en los primeros años de vida, pudiendo aplicarse los tratamientos optométricos y oftalmológicos que favorezcan el correcto desarrollo.

Por este motivo, los especialistas destacan la importancia de la realización de exámenes oculares a los niños “ya que el diagnóstico precoz y el éxito de su tratamiento depende de la detección temprana, pues esta etapa es clave para el desarrollo de la visión”.

La Unidad de Optometría Infantil del Hospital Provincial de Castellón, que tiene como objetivo agilizar el tratamiento para la recuperación de las ambliopías detectadas en las campañas de prevención de esta patología y otras anomalías visuales, registró el pasado año 1.600 consultas.

Señalar que el Instituto oftalmológico José María Menezo del Hospital Provincial es actualmente el abanderado en España de la detección precoz de la ambliopía, ya que desde hace siete años lleva a cabo una campaña en la que las dos optometristas del centro se desplazan a colegios de la provincia para realizar revisiones al alumnado de 4º y 5º de Educación Infantil y detectar así anomalías.

La optometrista de la Unidad, Adriana Temprano, se ocupa, en colaboración con oftalmólogos del centro, del tratamiento y seguimiento de los niños para asegurar el proceso de instauración de una visión normal antes de la edad crítica para la resolución de una ambliopía, fijada a los 7 u 8 años.

“Para ser eficaces y actuar con rapidez debemos iniciar los tratamientos desde nuestro centro”, explica el doctor Antonio Gómez, jefe de Sección de Oftalmología Pediátrica y Estrabismos. “El tratamiento (gafas, oclusiones con parches, lentes de contacto o prismas, entre otros) depende del motivo ocular causante del problema. En cualquier caso es fundamental que la familia y el entorno del paciente se involucren creando un ambiente afable, natural y positivo ante la situación de que el niño lleve gafas o un parche en uno de los ojos, ya que el éxito depende en gran medida de ello”.

Con esta campaña “estamos consiguiendo reducir la incidencia de la ambliopía del 7% (lo habitual en la población española) a menos del 2% entre escolares de la provincia que han participado en las campañas”, señala la optometrista. H