Siempre he tenido pánico al dentista. Y más concretamente a que me estén tirando agua en la boca sin poder cerrarla. Me ahogo y dejo de respirar. Y este miedo me llevó a una situación límite». Francisco José, vecino de Castellón, es una de las miles de personas en España que tienen odontofobia, un pánico exacerbado e irracional al dentista. Un miedo, que afortunadamente hoy en día en los centros Vivanta y con los especialistas adecuados, tiene solución.

Nacido en Sevilla, Francisco José ha tenido los dientes muy débiles desde niño. «Estaba siempre enfermo y con medicinas. Esto debilitó mi esmalte e hizo que los dientes se me rompieran con facilidad», cuenta. «Fue una situación que pude ir llevando hasta hace cinco años, cuando empeoró drásticamente. Pude sobrellevarlo con empastes y alguna extracción, pero ponerme un implante para mí era impensable».

A medida que su situación empeoraba empezaron a caersele los dientes, y se vio obligado a buscar una solución. «Mi idea era quitarme los dientes poco a poco y ponerme una prótesis removible, una dentadura de quita y pon. Pero por si acaso, me informé sobre la posibilidad de ponerme una dentadura fija mediante implantes. Solo ponía una condición: tenían que dormirme completamente con anestesia general. Prefiero que me operen del corazón con anestesia general, que estar consciente en una cirugía bucal».

Buscando una solución

En su búsqueda pasó por dos clínicas de València y una de Castellón. Todas le propusieron la sedación consciente. A pesar de que este tipo de sedación es totalmente segura y el paciente no siente absolutamente ningún tipo de dolor, era incompatible con su odontofobia. «Estás y eres consciente de lo que te hacen en todo momento. Y se trataba de una cirugía de más de cuatro horas. Yo sabía que no lo iba a poder soportar».

Finalmente, Francisco José contactó con la clínica Vivanta de Castellón, en la que presta sus servicios el director nacional de Implantología de esta red de odontología y medicina estética, el Dr. Luis Senís Segarra. Cirujano maxilofacial y experto en casos complejos, el médico castellonense está acostumbrado a tratar sus casos más complicados en quirófano, con anestesia general.

Cuando llegó a Vivanta, Francisco José apenas tenía dientes sanos. «Nunca dejé de cuidarme la boca, pero mi debilidad dental me llevó a un deterioro notable. Cuando me hice las pruebas radiológicas en la clínica únicamente me quedaban un colmillo, un incisivo partido y dos o tres dientes más que también estaban en mal estado».

Rejuveneció 10 años

Francisco José se sometió a una rehabilitación oral completa el 30 de mayo con Vivanta y, menos de 24 horas después, disfrutaba de una dentadura fija provisional, pero totalmente funcional y de una alta estética.

«Cuando me vi no me reconocía. No me lo creía, parecía otra persona totalmente distinta. El volver a tener dientes te cambia la cara completamente, y no se trata solo de un cambio físico, es de calidad de vida».

«La gente me dice que he rejuvenecido 10 años», revela. “«Antes salía siempre serio en las fotos. Ahora sonrío sin miedo de enseñar la boca. La tranquilidad que te aporta poder sonreír delante de la gente sin complejos es enorme. E incluso he engordado, pues de nuevo vuelvo a masticar correctamente y eso ha permitido que mejoren mucho mis digestiones. Hasta he dejado de fumar», reconoce.

La solución Vivanta

Francisco José es uno de los nuevos pacientes de la unidad de regeneración autóloga que, dirigida por el Dr. Senís, ha implantado Vivanta en sus clínicas. Esta unidad aprovecha los materiales biológicos del propio paciente extraídos durante la cirugía, como hueso, plaquetas con factor de crecimiento e incluso los propios dientes, para realizar injertos óseos que permitan poner implantes dentales a pacientes que hasta ahora no tenían acceso a los mismos por desgaste óseo.

«En el caso de Francisco José», comenta el Dr. Senís, «tenía hueso de buena calidad en casi toda la boca menos en el sector anterior izquierdo. Lo que hicimos fue aprovechar los picos óseos de otras zonas de su boca para injertárselos en esa zona, ganando superficie ósea para poder poner también ahí los implantes».

La ventaja de este tipo de regeneración autóloga es que al usar materiales biológicos del propio paciente en lugar de materiales extraños al organismo, este reacciona de una manera mucho mejor, evitando la aparición de inflamaciones, infecciones y molestias durante el postoperatorio que pasa a ser muy rápido y cómodo para el paciente.

Unidad de regeneración

La unidad de regeneración autóloga es uno de los avances que ha puesto en marcha Vivanta en sus clínicas dentales, siempre cumpliendo con los más rigurosos estándares de calidad como demuestran las certificaciones más exigentes del sector como la ISO 9001 y UNE-EN 179001.

Vivanta cuenta a su vez con laboratorios propios que permiten un control absoluto del proceso protésico por parte de sus odontólogos, logrando unos dientes definitivos de altísima calidad. Más información a través de la página web: www.vivanta.es.