Numerosos estudiantes de 5º y 6º de Medicina de la Universidad CEU Cardenal Herrera decidieron inscribirse como voluntarios hace dos semanas para ayudar en la crisis del coronavirus. Antes, incluso, de que la Conselleria de Sanidad pidiera a las universidades que le facilitaran el número de alumnos matriculados en último curso de Enfermería y Medicina para reforzar, en caso de ser necesario, el dispositivo sanitario que está luchando contra esta pandemia mundial.

Los futuros médicos que se están formando en el CEU están volcados para contribuir, en la medida de sus posibilidades, a ganar la batalla al covid-19.

Así lo cuenta el estudiante de 6º curso Eduardo Vieco: «Como futuro médico, creo que es mi responsabilidad ayudar en cualquier situación sanitaria que haga falta, así que no me lo pensé dos veces cuando pidieron voluntarios. Por poco que pueda aportar, ahí estaré para lo que se me necesite». Este estudiante sabe que él y sus compañeros conforman la retaguardia de los profesionales sanitarios y que, si finalmente entran en acción, la tarea no va a ser fácil, pero lo tienen asumido.

«Es evidente que no vamos a llegar como salvadores de la situación, sino a suplir aquellos puestos que sean necesarios, aunque sea trasladando a los pacientes o acompañándoles en estos momentos tan duros», explica Pepe García, estudiante de sexto de Medicina del CEU.

Asimismo, su compañera Lucía Trilles añade: «Sé que no nos pondrán en primera fila, aunque no nos importaría si hiciera falta, pero estamos dispuestos a aportar nuestra ayuda en todo lo que sea necesario en esta situación».

El poder de la vocación

Estos jóvenes, igual que el resto de estudiantes que se han inscrito como voluntarios, respiran vocación por todos sus poros, lo que, junto a la formación adquirida, es el motor que vence todos sus miedos ante el covid-19.

«Desde bien pequeña he querido ser médico para ayudar a los demás y creo que este es un buen momento para hacerlo», prosigue Lucía, que, ahora que está a punto de acabar la carrera de Medicina, tiene la certeza de que es la mejor profesión que habría podido elegir. La palabra ayuda se repite permanentemente en el discurso de los futuros profesionales de la salud. Para la estudiante de 5º de Medicina Lola Beltrán, «ser médico es tener esa disposición de ayudar, de darse al otro. Es uno de los trabajos que más empatía requiere, ya que estás trabajando con lo más importante de las personas, su salud». «Y lo que me mueve a ponerme en primera fila en una situación como esta es lo mismo que me mueve a ser médico», subraya.

«No hay nada más preciado en este viaje que la vida, y ser responsable de permitir a otros una estancia mejor y más duradera es una satisfacción enorme», explica la estudiante de 5º de Medicina del CEU Laura Burguero: «Esta carrera, añade la joven universitaria, me ha enseñado muchas cosas. Una de ellas es que el tiempo es algo muy valioso en el campo de la medicina y, si puedo regalárselo a los profesionales sanitarios que están luchando por salvar la vida de otras personas, lo haré sin ninguna duda».

Responsabilidad ciudadana

A pesar de su formación y las alertas que llegaban de China, los estudiantes reconocen que la dimensión que ha adquirido el coronavirus también les ha sorprendido y viven sus consecuencias como muchos otros ciudadanos. Los cinco jóvenes aprovechan este espacio para lanzar a la sociedad algunos mensajes sobre el papel, clave, que podemos jugar todos y cada uno dentro de esta guerra vírica.

Los mensajes

«Sé el cambio que quieres en el mundo y quédate en casa, cuida a los tuyos. Y si tienes que salir, recuerda que proteger nuestra boca y nuestras manos salva vidas», recuerda Laura. «Toda medida de higiene es especialmente importante estos días. Hay que hacer caso a las recomendaciones de las autoridades sanitarias y no bajar la guardia», añade Lola. Lucía y Pepe insisten en la importancia de salir de casa solo cuando sea estrictamente necesario: «Es fundamental ser responsables y no usar excusas como comprar o pasear al perro para salir varias veces al día». Unas recomendaciones que extienden al ámbito comunicativo y los peligros de los bulos. «Si no tenemos la seguridad de que una información es cierta, no la compartamos», continúa Eduardo, quien concluye con estas palabras: «Mucho ánimo, si estamos juntos, de esta salimos».