La sede de Cajamar en Castelló acogió la presentación de la publicación La España rural: retos y oportunidades de futuro, editada por la entidad y coordinada por Eduardo Moyano, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En el acto, que fue presentado por el director territorial de la entidad en Castellón, Jesús García, intervinieron el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde; el director de la colección de estudios Mediterráneo Económico, Manuel Gutiérrez; y el catedrático y profesor de la Universitat de València y coautor de la publicación, Javier Esparcia

El director territorial de Cajamar en Castellón, Jesús García, presentó el evento en la sede de la entidad. MANOLO NEBOT ROCHERA

El salón de actos de la entidad contó con la presencia, entre otros, de la presidenta de la Cámara de Comercio de Castellón, Lola Guillamón; el presidente de la Federación de Cooperativas de la Comunitat, Emili Villaescusa, además de alcaldes de diversas poblaciones y responsables de las cooperativas del Grupo Cajamar, presidentes de la Caja Rural de Vila-real, de Nules, de la Vilavella y empresarios, que no quisieron perderse un evento en el que el medio rural y los retos de un futuro esperanzador eran los auténticos protagonistas. 

La publicación consta de 23 artículos escritos por medio centenar de expertos, entre los que se encuentran sociólogos, ingenieros, juristas, biólogos, geólogos, antropólogos, profesionales y empresarios, que analizan los retos que tiene ante sí la España rural y sondean las oportunidades que han surgido como consecuencia de los cambios tecnológicos, culturales y económicos producidos en este siglo XXI, para impulsar el desarrollo de estos territorios desde un punto de vista innovador, sostenible y pluridisciplinar en favor de sus gentes.

Javier Esparcia, Eduardo Baamonde, Eduardo Moyano y Manuel Gutiérrez, en la presentación del libro que aborda las oportunidades del mundo rural. MANOLO NEBOT ROCHERA

Intervenciones

El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, señaló en su intervención que las cajas rurales nacieron precisamente para evitar la exclusión financiera de las pequeñas poblaciones y dar servicio a sus habitantes, un objetivo que pretenden seguir cumpliendo con compromiso, proximidad y soluciones factibles. Asimismo, destacó que para fortalecer el medio rural hay que trabajar en dos direcciones: «Dotándoles de servicios de calidad que estén a la altura de las expectativas a las que aspiran sus habitantes, principalmente infraestructuras, colegios y centros sanitarios, tarea a la que deben dar respuesta las Administraciones Públicas. Y siendo esta condición necesaria puede no ser suficiente si no se asegura el futuro crecimiento del medio rural a través de la actividad económica, cuyo desarrollo deben liderar las empresas y las personas, para lo que se precisa contar con recursos y medios a la altura de los nuevos tiempos, entre ellos, la tecnología 5G».

Además, Baamonde insistió en las oportunidades que tiene ante sí el medio rural y que sirven de estímulo para que los jóvenes deseen vivir en estos territorios y sustenten el imprescindible relevo generacional. «El sector agroalimentario necesita agregar valor, innovar y diferenciar productos y procesos para que la sociedad reconozca esta diferenciación y podamos tener un sector rentable y atractivo. Surgen también nuevas iniciativas como la bioeconomía, gracias a los avances de la tecnología, que nos van a permitir ofrecer nuevas finalidades, no necesariamente agroalimentarias, ligadas a la actividad del medio rural, así como la economía circular, que va a favorecer la implantación de nuevas empresas en estas zonas», aseveró en su disertación.

Por su parte, Eduardo Moyano señaló que las tradicionales diferencias urbano-rurales se han ido diluyendo como consecuencia del fuerte proceso de interacción social y económica facilitado por el avance de las comunicaciones viarias y telemáticas, así como por los crecientes intercambios culturales. «Sin embargo, hay rasgos de los territorios rurales que siempre conservarán su singularidad, como la menor densidad demográfica, la mayor dispersión de su hábitat o su directa relación con los recursos naturales. Unos rasgos singulares que explican las diferencias de desarrollo entre los distintos territorios, como ocurre con el declive demográfico, común a todas las sociedades industriales avanzadas, que se expresa de una forma diferente en los territorios del interior rural. Porque el medio rural está formado por muchas Españas rurales, ya que la problemática no es la misma en cada territorio; el mundo rural es diverso y necesita respuestas concretas en cada caso», indicó.

Moyano también mostró su satisfacción porque «hoy los problemas de la España rural ya forman parte de la agenda social y política, situándose en un lugar preferente como nunca lo habían estado antes». Por ello, recordó los criterios que eligió para abordar la situación que están viviendo los territorios rurales a la hora de coordinar esta publicación editada por Cajamar: «Desde una perspectiva abierta e innovadora, explorando el potencial de los territorios rurales para el desarrollo social y económico, estudiando aquellos que se adaptan mejor a los procesos de cambio para aprender de sus experiencias e indagar en las oportunidades que pueden encontrarse para recoger una realidad compleja, diversa y multidimensional, a través de un diálogo cruzado entre los diferentes autores».

Como conclusión, Moyano destacó las medidas recogidas en la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico, que se prevé financiar con fondos europeos Next Generation, que abordan de forma transversal un horizonte a largo plazo, estableciendo «una agenda efectiva de igualdad y cohesión territorial, que incorpore a los pequeños municipios en una recuperación sostenible, digital, inclusiva y con perspectiva de género». Asimismo, abogó por la «necesaria coordinación entre el Estado, las autonomías, las diputaciones y los ayuntamientos» para desarrollar el Plan de 130 medidas frente al reto demográfico, que aporta más de 4.200 iniciativas para impulsar la transición ecológica y digital, la plena conectividad territorial, el I+D, el turismo sostenible, la igualdad de derechos y oportunidades, el fomento del emprendimiento, el refuerzo de los servicios públicos e impulso de la descentralización, el bienestar social, la promoción de la cultura y las reformas normativas e institucionales.

Numeroso público se dio cita en el encuentro organizado por Cajamar en el salón de actos de la entidad en la Puerta del Sol. MANOLO NEBOT ROCHERA

Innovación social

Javier Esparcia, por su parte, señaló que «el mundo rural está vivo y que hay que lograr hacer tangible lo intangible», y expuso que la perspectiva de la innovación social ha adquirido un creciente interés en los estudios rurales. «Aprovechar las oportunidades que el nuevo escenario supone para las áreas rurales requiere de iniciativas innovadoras que creen vínculos tanto entre los habitantes de estas zonas  --que explicó con algunos ejemplos-- como para los nuevos pobladores y consigan enraizar su actividad en el territorio», explicó. «En España hay iniciativas socialmente innovadoras en áreas rurales que contribuyen a mejorar la confianza y facilitan el desarrollo de los territorios, además de afrontar algunos de los retos actuales, como el cambio climático y la despoblación».

Para acceder a la financiación del programa Next Generation o a los nuevos FEADER y FDR, así como para conseguir mejores equipamientos digitales e implementar nuevos proyectos socioeconómicos, será necesario impulsar una mayor conexión con las redes externas, superar inercias actuales como el clientelismo rural y la ineficiencia, y apostar por un renovado compromiso con la iniciativa local y las áreas rurales en general. «Solo aquellas comunidades más resilientes y con capacidad de reconfigurar sus redes, actitudes y formas de gobernanza estarán en condiciones de llevar a cabo estas transformaciones tan necesarias», concluyó Esparcia.