El portavoz del Consell, Esteban González Pons, denunció ayer que la derogación, el jueves en el Congreso, del trasvase del Ebro a la Comunidad Valenciana, al que la Unión Europea iba a destinar 1.200 millones de euros, supone que cada diputado de ERC ha costado a los valencianos "150 millones de euros".

González Pons lamentó la firma del acta de defunción del trasvase que definió como "una ofensa" a los valencianos y explicó que, a través del diario de sesiones, se ha sabido que la derogación fue un "ultimátum" que ERC dio a José Luis Rodríguez Zapatero para "consentir" su investidura como presidente del Gobierno: "Nuestra pobreza y nuestra sed has sido la condición para ser presidente", argumentó. En la misma línea se situaba ayer la diputada Maria €ngels Ramon-Llin que defendía en el congreso el derecho de los valencianos al agua del Ebro: "La derogación definitiva ha sido el pago de la deuda del Gobierno a ERC".

Por su parte, el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, afirmó ayer que Zapatero ha acabado "con otra gran mentira del PP" y defendió el programa AGUA "porque garantiza más agua, barata y más rápida".