El president de la Generalitat, Francisco Camps, se ha comprometido hoy a formar un Ejecutivo marcado por la austeridad, que lidere la salida de la crisis y sea leal con un Gobierno que "tome decisiones", para que la Comunitat y España "se levanten unidas para seguir siendo grandes y fuertes".

En su discurso inicial durante su tercer debate de investidura, que ha durado casi una hora y en el que ha alternado el valenciano y el castellano, Camps ha pedido "con toda la humildad" la confianza de los diputados para volver a ser el president de todos los valencianos y dar "un nuevo impulso" a la Comunitat y a España.

Durante su intervención, que ha sido aplaudida una treintena de veces por los diputados populares, ha hecho varias alusiones a transformar "la indignación" en compromiso y respeto, y ha asegurado que ha llegado el momento de "consolidar y reforzar la función y la participación" de los ciudadanos.

Camps ha reiterado compromisos como la defensa del trasvase del Ebro y de mayor financiación autonómica, y ha aseverado que los ejes prioritarios de su gobierno serán impulsar la competitividad de la economía para crear empleo, garantizar la sociedad del bienestar sin recortes y mejorar la eficiencia de la gestión de la Generalitat.

El president ha manifestado que se abre una nueva etapa en la hay que hacer "más con menos" y en la que las Comunidades autónomas deben trabajar unidas con un nuevo gobierno que afronte "con valentía las reformas necesarias".

Camps ha indicado que no va a perder "un segundo" en tomar decisiones, y va a formar un Gobierno preparado para gobernar "con firmeza, decisión y liderazgo", que se caracterizará por menos Consellerias, menos altos cargos, menos asesores y menos gastos, para conseguir más políticas sociales y más empleo.

A su juicio, lo que debe "indignar" es el paro, y por eso su primer gran eje será impulsar la creación de empleo, para lo cual exigirá al Gobierno de España reformas "imprescindibles" para la economía, e impulsará una política fiscal que no suba impuestos y una reforma del sistema de atención a los desempleados.

En ese contexto, ha defendido un sistema educativo orientado al empleo, que incorpore de manera progresiva el conocimiento del inglés y su utilización como lengua vehicular en todo el sistema formativo, igual que se ha hecho "con el idioma valenciano", que está "más fuerte que nunca" desde que gobierna el PP.

Para su segundo eje, garantizar la sostenibilidad de la sociedad de bienestar sin recortar prestaciones, Camps ha dicho que mejorará la calidad de los servicios públicos, ampliará la libertad de elección de los ciudadanos y mantendrá las políticas sociales como prioridad de los Presupuestos autonómicos.

Además, para mejorar la eficiencia de la gestión pública, Camps ha recordado que reducirá y controlará el gastos de la Generalitat, aunque manteniendo los niveles de inversión; reorganizará el sector público para reducir su tamaño y profesionalizar su organización, simplificará las normativas, e impulsará la colaboración con el sector privado.

Camps ha asumido además el compromiso de una reforma del sistema electoral valenciano, para que los ciudadanos puedan elegir a sus diputados por circunscripciones uninominales, y ha asegurado que iniciará una ronda de contactos con los agentes económicos y sociales para consensuar medidas.

Entre sus primeras iniciativas, ha citado la reducción del presupuesto para altos cargos y para entes públicos, la creación de una Junta general de contratación y compras, exenciones fiscales y la centralización de tesorerías, que supondrán un ahorro de más de 1.150 millones de euros.

El president ha lamentado que, desde que gobierna el PSOE, "España no ha dejado de retroceder" en economía y en política, y por ello propondrá al resto de autonomías "austeridad, solidaridad, cooperación, coordinación y lealtad", para que España "vuelva a ocupar el lugar que le corresponde".

"En la Comunitat Valenciana ya nos estamos preparando para el día después" de que el PP "gobierne en España", ha dicho Camps, quien ha resaltado que "Europa se tiñe de azul" y ha defendido que los españoles se merecen "un gobierno que no les engañe.