Les Corts Valencianes aprobaron ayer, con los votos a favor del PP y en contra de los grupos de la oposición, la conocida como ley de acompañamiento a los presupuestos de la Generalitat para el 2012, que bonificará, entre otras cuestiones, el cien por cien del impuesto de patrimonio.

El pleno debatió las 130 enmiendas que quedaban vivas a la ley de medidas fiscales, de gestión administrativa y financiera, y de organización de la Generalitat, cuyo principal objetivo es la bonificación de este impuesto, con la que se prevé un ahorro anual de entre 70 y 75 millones de euros para unos 18.550 valencianos.

El PP defendió que se trata de una medida que beneficia a las clases medias y que defienden desde hace años por “razones estructurales”, mientras que la oposición le acusó de hacer “populismo” con una política que beneficia a los ricos y pidió la supresión de esta bonificación.

El socialista Julián López criticó que a pesar de “las dificultades económicas” y del “escaso margen de maniobra”, el Consell decida “no pedir ningún esfuerzo a los que más dinero tienen”. Advirtió de que “no es posible recurrir a más deuda”, y consideró que la experiencia con los bonos patrióticos “debería resultar aleccionadora” para la Generalitat, mientras que para Mireia Mollà (Compromís) demuestra que “nadie confía” en la Administración regional. Por su parte, Ignacio Blanco (EU) insistió en que se trata de una medida “clasista”.

El popular José Marí declaró que este impuesto “perjudica a las rentas medias”, al penalizar un patrimonio inmobiliario que normalmente procede de herencias, y dijo que “los ricos de verdad no deben tener ni el ciclomotor a su nombre”. H