El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, remodeló ayer por primera vez desde que accedió al cargo su Ejecutivo. Y lo hizo para encumbrar como vicepresidente y mano derecha al hasta ahora conseller de Educación, José Císcar, en lugar de Paula Sánchez de León, quien se trasladará a la plaza del Temple para ser la nueva delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana.

Císcar, con quien Fabra ya mantenía una absoluta sintonía personal y política antes de dejar la alcaldía de Castellón, asumirá además la portavocía del Consell de manos de Lola Johnson, que solo mantendrá la cartera de Turismo, Cultura y Deporte.

El nombramiento de Císcar también puede interpretarse en clave interna. Tras lograr apartar de la presidencia del PP alicantino a José Joaquín Ripoll --imputado en el caso Brugal--, su nuevo vicepresidente tendrá un papel protagonista en el futuro orgánico del PPCV en la provincia de la que es originario.

El president anunció en su comparecencia sorpresa que el área de Educación, Formación y Empleo que abandona Císcar pasará a ser responsabilidad de la alcaldesa de Torrent, María José Català, uno de los valores emergentes del PPCV, que pese a sus 30 años de edad ya atesora un notable bagaje institucional.

Con la reestructuración orgánica, Fabra da un paso más para visualizar su incipiente liderazgo en el Consell y en el partido y para soltar amarras respecto a la anterior etapa de Francisco Camps. La de ayer no será la única reestructuración del Ejecutivo autonómico. En la mente de Fabra está una segunda remodelación que acomode a su gusto el equipo de consellers que heredó de Camps, aunque este movimiento se dará casi con toda seguridad a largo plazo, una vez se celebren los distintos congresos del PPCV previstos para la próxima primavera.

Uno de los rostros del Consell que podría abandonar el escaparate político valenciano en ese momento podría ser el conseller de Economía, Industria y Comercio, Enrique Verdeguer. Según pudo saber Mediterráneo, Fabra rechazó la petición del propio Verdeguer de marcharse ahora a Madrid por razones personales ya que prefiere que sea él quien ejecute las medidas económicas previstas para el primer semestre del 2012 y quien defienda los intereses de la Comunitat en el debate que se abrirá en los próximos meses sobre la actual financiación autonómica. Quizá en verano sea el momento adecuado para que Fabra acceda a liberarlo. El destino de Verdeguer podría estar en el Gobierno de Mariano Rajoy.

El caso de Sánchez de León es diferente. Según señalaron a este diario las mismas fuentes, la primera opción de Fabra para la Delegación del Gobierno en la Comunitat fue el actual secretario general del PPCV, Antonio Clemente, quien rechazó el ofrecimiento por motivos personales. Fue en segunda instancia cuando Fabra ofreció el puesto a Paula Sánchez de León y aprovechó su salida para ascender a Císcar con el objetivo de dotar a la vicepresidencia y a la portavocía del Consell de un tono más político. El nuevo vicepresidente comenzó su carrera política como alcalde de Teulada entre 1999 y 2009. Tras ejercer de pacificador en Alicante en la guerra entre campsistas y zaplanistas, Camps le nombró conseller el pasado mes de junio.

El acta de diputada de De León recaerá en Sagrario Sánchez. H