Una técnico de la Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía, que fue cesada, viajó en junio del 2010 a Haití para recabar información porque al entonces titular de ese departamento, Rafael Blasco, se le ocurrió la “idea” de construir una “ciudad” en la isla tras el terremoto. Posteriormente, el proyecto cambió por el del famoso hospital. Así consta en la declaración que realizó esta técnico ante el juzgado que investiga un presunto desvío de fondos de ayuda de cooperación.

Esta persona explicó a la instructora que fue la técnico que rechazó inicialmente los proyectos de la Fundación Cyes --que posteriormente comprobó que contemplaban la adquisición de dos inmuebles-- porque no reunían el requisito esencial de la convocatoria, que era el trabajo en red.

En relación con Haití, la técnico señaló que cuando regresó le comunicaron que había un cambio de idea y que iban a construir un complejo hospitalario, sobre el que le dijeron que ya estaba el proyecto y la empresa constructora. Asimismo, supo que el director general de Cooperación, Josep Maria Felip, propuso conceder a la Fundación Hemisferio 177.000 euros que no tenían sentido porque existía ya el proyecto del hospital y bastaba con 2.000 ó 3.000. Además, le llamó la atención que se concediera la construcción a Esperanza sin Fronteras por su poca entidad. En ese momento, desconocía que detrás de esa oenegé estuviese Hemisferio, dijo.

En la causa declararon además como testigos ocho técnicos o trabajadores de la extinta Conselleria que cesaron o dejaron sus cargos por discrepancias. Entre sus declaraciones figuran afirmaciones como que a partir del 2008 era “llamativo” que entidades de larga trayectoria y peso internacional se quedaran sin subvenciones y se concedieran a otras nuevas con escasa infraestructura, trayectoria y experiencia limitada, con el nexo común de Entre Pueblos (posteriormente Hemisferio) como evaluadora.

interés // Asimismo, coincidieron en que el gabinete del conseller se “tomaba interés” por inscribir en el registro a oenegés que concurrían a las subvenciones y que las obtenían, y que pensaban que actuaban por “órdenes” de Blasco, en unos hechos que eran de “conocimiento público”.

Además, la que fuera directora general de Cooperación, Pilar Collado, relató la ausencia de explicaciones por la puntuación de algunos proyectos que recibían subvención. Una de las trabajadoras del servicio de gestión administrativa y asistencia jurídica que cesó tras ella explicó que el día que Collado comunicó su voluntad de dimitir el conseller los citó a una reunión para que ese mismo día sacaran la convocatoria de ayudas del 2010.

Sobre los proyectos de Fundación Cyes, varios de los trabajadores coincidieron en que Blasco montó “en cólera” cuando vio que no estaban evaluados por falta de experiencia previa y se sintieron “presionados” por el conseller para dejar sus puestos. H