El PPCV vive este fin de semana uno de sus congresos más tranquilos de los últimos años, pues por primera vez en su historia el cónclave ha empezado con la presidenta ya elegida en primarias, y con la vista puesta en 2019, cuando confía en que Isabel Bonig se convierta en presidenta de la Generalitat.

Durante la primera sesión del congreso, los discursos se han dirigido a pedir la unidad del partido para lograr que dentro de dos años Bonig, quien ya fue la primera alcaldesa de Vall d'Uixó y la primera presidenta del PPCV, "vuelva a hacer historia" y se convierta en la primera mujer al frente del Gobierno valenciano.

La anécdota de la jornada la ha protagonizado Bonig, quien ha iniciado su discurso antes de que el presidente del congreso, Esteban González Pons, anunciara que ella encabezaba la única candidatura presentada y le diera la palabra, ante lo que la presidenta ha pedido perdón y ha confesado que eran "las ansias".

La presencia del PP nacional en este congreso, que este domingo, 2 de abril, clausurará Mariano Rajoy, ha corrido este sábado a cargo de la secretaria general y ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, quien ha hecho "doblete" y tras participar por la mañana en el congreso del PP de Castilla y León se ha desplazado por la tarde a València.

Cospedal ha indicado que tiene "grandes recuerdos" de València, pues aquí fue elegida por primera vez secretaria general del PP, en un congreso que "no fue fácil", y ha recordado a Rita Barberá -aunque no la ha nombrado-, de la que ha dicho que era "generosa e incansable" y "nos está mirando desde el cielo".

Bonig, quien ha llegado al Congreso con la nueva Ejecutiva ya confeccionada pero de la que apenas ha dado pistas hasta el momento de su discurso, ha pasado por la mañana un rato distendido con los periodistas, con los que ha conversado sobre sus gustos musicales de juventud: La Polla Records y Kortatu, nunca el 'Al vent' de Raimon.

Incluso ha llegado a confesar que para este congreso le hubiera gustado que la banda sonora la pusieran The Killers, Muse o Depeche Mode, si bien como disciplinados militantes la única que ha sonado ha sido la del PP.

ANÉCDOTAS Y EMOCIÓN

A los discursos políticos no les ha faltado la parte emocional, como cuando la coordinadora del PPCV, Eva Ortiz, ha confesado que la labor de los últimos 613 días ha sido dura e incluso ingrata, pero "valió y vale mucho la pena" militar en el PP, y ha agradecido a Bonig, quien también se ha emocionado, que les hiciera ver "la luz al final del túnel".

También se ha emocionado el expresidente del partido Alberto Fabra cuando ha recibido un largo aplauso del plenario como "president de la Generalitat".

El presidente del congreso, Esteban González Pons, ha acuñado la expresión "unanimidad mayoritaria" y ha explicado que ha asistido a todos los cónclaves, desde aquellos en los que los compromisarios iban en traje de chaqueta, a ahora que la mayoría va en vaqueros y sin corbata.

La "primera y más fuerte de las críticas", según él mismo ha señalado, ha surgido del diputado nacional Miguel Barrachina, quien se ha quejado de la altura del atril del escenario, colocado "para el 1,90 de Mariano", y de que no ha podido cumplir su costumbre de comerse a las 10.30 horas un bocadillo "de jamón de Segorbe".

No se sabe si Barrachina habrá sido uno de los 700 militantes que han comido en el Palacio de Congresos, entre ellos Isabel Bonig, y han podido degustar raciones de paella.