La tensión y violencia vividas este lunes en la manifestación de izquierdas celebrada con motivo del 9 d’Octubre en València desató al día siguiente una avalancha de reacciones en contra de la actuación de grupos ultra que reventaron la marcha conmemorativa. Entre ellas destaca la exigencia del president, Ximo Puig, de que se produzca la detención de los responsables, y su declaración explícita de no entrar en confrontaciones con el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues. Este último, por su parte, condenó de forma rotunda las agresiones y anunció la apertura de una investigación, que ya dio sus primeros frutos, ya que se logró identificar a varios de los agresores a través de imágenes.

Desde Bruselas, donde asistió al Comité de las Regiones, Puig aseveró que «lo básico» para dar «tranquilidad a la ciudadanía» y para «fortalecer la convivencia es que aquellos que han alterado el orden público, aquellos que han agredido», sean identificados, detenidos y puestos a disposición judicial. «Eso es lo fundamental. A partir de eso, es evidente que hay que dar por parte del Gobierno las explicaciones oportunas», manifestó el líder del Consell.

Preguntado por las voces que piden la dimisión del delegado del Gobierno por esas agresiones, Puig indicó que su «labor institucional no es confrontar» con el delegado, y no lo va a hacer.

PROCESO ABIERTO

Mientras que la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, aseguró sobre esta cuestión que los gobiernos tienen que garantizar que todo el mundo tiene derecho a expresar su opinión, y opinó que hay que ser contundente con los violentos, Juan Carlos Moragues anunció que la Policía ha abierto una investigación. Lo hizo en la misma red social en la que el lunes retuiteó un mensaje de la Delegación del Gobierno en el que se agradecía el trabajo de la Policía «que ha garantizado la seguridad e integridad de los manifestantes».

Moragues dijo a los periodistas en Alicante que las agresiones fueron «puntuales» y «previas» a la marcha oficial, y explicó que la investigación policial tratará de identificar a los autores.

El delegado insistió en que la Policía «preservó la seguridad y la integridad física de los manifestantes» y permitió que la propia marcha se desarrollase, «dentro de la tensión que había, con normalidad y sin altercados destacables». Según Moragues, el dispositivo policial de ayer contó con un refuerzo de 100 agentes de Policía Nacional de fuera de València, quiso trasladar un mensaje de «sensatez y tranquilidad», y apeló a la “responsabilidad» de los dirigentes políticos.