La presidenta del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, aseguró ayer que su partido está «más fuerte y más unido para ganar y gobernar en el 2019 la Generalitat, las diputaciones y todos los ayuntamientos» después del Congreso de la formación que nombró presidente a Pablo Casado, en el mes de julio.

Así lo manifestó en la reunión de la junta directiva regional celebrada ayer en la Pobla de Farnals, en la que intervino también Pablo Casado, y en la que se mostró «orgullosa» de que el PP «fue el primer partido que empezó a hablar de recuperar principios y valores». «Quiero que entre todos construyamos en el PP un proyecto de centro derecha que se base en tres cosas: que sea ofensivo ideológicamente, no defensivo, un partido reformista y no reaccionario y un PP presente siempre y nunca ausente», destacó la lideresa de la Vall d’Uixó.

Bonig reivindicó que «ni un solo partido ha hecho más por la justicia social en este país, creando empleo y oportunidades», mientras que el actual Consell solo «reparte pobreza, miseria y de-sesperación». Destacó, también, la apuesta del PP por la «emancipación de las personas» frente a las «ansias de dividir y segregar a la sociedad» y subrayó el derecho del PP a «ser escuchado».

La líder del PP valenciano se refirió también al conflicto catalán y lamentó que el presidente de Les Corts, Enric Morera, «dijera que en España hay presos políticos» y que el president de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicepresidenta, Mónica Oltra, definieran sus declaraciones como «libertad de expresión».