Les Corts constituyeron ayer la comisión de investigación sobre la contratación de la Generalitat con la trama sacada a la luz en el marco de la operación Taula, que preside Compromís, y la que analizará la financiación electoral del PSPV-PSOE y Bloc en el 2007 y el 2008, que dirige Podem.

A la espera de que se produzcan las primeras comparecencias, ayer la polémica se centró en las quejas de Ciudadanos por haber quedado fuera de las mesas de ambas comisiones.

La portavoz de Ciudadanos, Mari Carmen Sánchez, aseguró que su partido había sido víctima de «un ejercicio de total y absoluta opacidad» y calificó de «indignante» el caso de la comisión sobre la financiación electoral, ya que a su entender su grupo ha sido «el que más ha hecho para que se lleve a cabo» y quedó fuera mientras uno de los partidos investigados, el PSPV, sí tiene representación.

El diputado popular, Rubén Ibáñez, celebró que «parece que por fin empieza la comisión del miedo para Compromís y PSPV» y advirtió de que no tolerarán que se convierta en «la de los vetos» porque el objetivo de su partido es «llegar al fondo del asunto».

El portavoz socialista, Manolo Mata, respondió que su formación no vetará a nadie y aseguró que será «la primera vez que el grupo que sostiene al gobierno es capaz de investigarse a sí mismo». Las comparecencias, según el síndic de Compromís, Fran Ferri, se iniciarán en un mes.